La Staatsoper de Berlín reabre sus puertas
3 de octubre de 2017La Staatsoper unter den Linden de Berlín reabrió hoy (03.10.2017) sus puertas, tras siete años en obras, bajo la batuta del músico argentino-israelí Daniel Barenboim y a modo de joya operística renovada de la ciudad actual, coincidiendo con el Día de la Unidad alemana.
De "acontecimiento nacional" calificó el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, la reapertura de la ópera nacional berlinesa que, en lo que concierne al edificio y patio butacas, mantiene su aire clásico, pero que actualizó su tecnología escénica y perfeccionó su acústica.
Steinmeier encabezó la representación institucional de una gala a la que acudió la clase política en pleno, incluida la canciller Angela Merkel, asidua a la ópera, y su antecesor en el cargo, Gerhard Schröder, menos habitual en estos ámbitos.
Nadie quería perderse un acontecimiento en que, obviamente, la mayor ovación fue para Barenboim, un talento capaz de atraer a público clásico o a jóvenes, "alemanes y del resto del mundo, por encima de diferencias idiomáticas o religión, unidos como amantes de la música", en palabras del presidente.
Procedentes de Maguncia
Tanto Steinmeier como Merkel llegaron a Berlín procedentes de Maguncia (oeste del país), donde tuvo lugar el acto central de esta fiesta nacional, que recuerda la entrada en vigor del Tratado de Unidad, el 3 de octubre de 1990, once meses después de caer el muro de Berlín.
Barenboim asumió la dirección musical de la Staatsoper en 1992 y es una personalidad identificada con la capital alemana, capaz de incidir en cualquier debate cultural o político, nacional o global.
Las obras de remodelación no están completamente terminadas y el concierto tenía aire de "preludio" de la que será la reapertura de las actividades regulares de la Staatsoper, que tendrá lugar 7 de diciembre, 275 aniversario de la institución.
La opción de reabrir este 3 de octubre, programar varios conciertos para los próximos días y cerrar luego dos meses más, para subsanar problemas técnicos, era una solución de compromiso aceptada por Barenboim y el director general de la ópera, Jürgen Flimm. (EFE)