La Primera Guerra Mundial y el arte
La exposición “Vanguardias en el combate“, que presenta la Sala de Arte y Exhibiciones de Alemania, en Bonn, muestra la influencia de la Primera Guerra Mundial en el arte moderno.
Un mal presagio
El arte bélico europeo no surgió con el comienzo de la Primera Guerra Mundial. En 1913, cuando el artista alemán Emil Nolde pintó su cuadro “Soldados”, ya se anunciaba la guerra. Mientras que algunos pronosticaban el apocalipsis, otros, en cambio, asociaban la guerra con una fuerza revitalizadora que anunciaba una nueva era.
Predecir el colapso
“Los horrores de la guerra”, del pintor alemán Ludwig Meidner, se podría considerar una obra profética. En sus “paisajes apocalípticos”, ya antes del año 1914, Meidner pintó un mundo al borde del colapso.
Nuevo lenguaje artístico
Con el comienzo de la guerra, los colores de los cuadros de Max Beckmann parecen desaparecer. Su “Declaración de guerra”, de 1914, no parece estar pintada, sino trazada. Beckmann desarrolló un nuevo lenguaje artístico que se caracterizó por su simpleza y rigidez.
Artistas uniformados
Asimismo, Paul Klee rechazó los antiguos métodos de expresión artísticos. En 1915, crea el cuadro “Vista de la ciudad amenazada de Pinz”. Un año más tarde, deja el frente y pasa a trabajar en un astillero cerca de Múnich. Klee aprovecha cada minuto libre para dedicarse a la pintura.
Un arranque de patriotismo
En 1915, el pintor francés Raoul Dufy creó el cuadro “El fin de la gran guerra”, así como él y sus compatriotas se imaginaban que iba a terminar: con la victoria de Francia. Abatido, el águila alemán yace a los pies del gallo galo.
Experiencias traumáticas
En el frente occidental, Ossip Zadkine, de origen bielorruso, vive los horrores de la guerra, los gases tóxicos, el fuego de artillería. A finales de 1916, Zadkine sufre una intoxicación por gas, pero sobrevive a la guerra y empieza a asimilar sus experiencias a través de la pintura.
Monumento conmemorativo
En 1915, el escultor alemán Wilhelm Lehmbruck creó la impresionante escultura sobredimensional de un hombre desnudo. Su obra se titula “El caído”. Ninguna otra obra de la exposición “Vanguardias en el combate” simboliza de forma tan intensa el desamparo de los humanos ante la fuerza destructora de la guerra.
Cambio radical
Todavía en 1914, el artista ruso Kasimir Malewitsch creaba representaciones patrióticas y folklorísticas. Sin embargo, en 1915, vivió un cambio radical. En adelante, sus obras abtractas pertenecían al “suprematismo”. En la imagen arriba se puede ver su cuadro “El cuadrado negro”.