Alemania: La Izquierda, al borde del olvido
22 de agosto de 2024La Izquierda hará un nuevo intento de recomponerse, después de que sus dos colíderes, Janine Wissler y Martin Schirdewan, anunciaran que no se presentarán a la reelección en el congreso que realizará en octubre. Ambos admitieron que no habían logrado reanimar el partido tras la devastadora escisión del año pasado, cuando 10 diputados federales y más de un centenar de representantes regionales lo abandonaron para unirse al grupo que formó la figura más conocida del partido La Izquierda, Sahra Wagenknecht.
A pesar de tener sólo ocho meses de vida, la "Alianza Sahra Wagenknecht"ronda actualmente el 9 por ciento en las encuestas nacionales, mientras que el partido La Izquierda (Die Linke) se sitúa en el 3 por ciento.
Schirdewan reconoció su fracaso a la hora de llamar la atención de la opinión pública sobre sus temas centrales: el costo de la vida, los precios de la energía y la paz. "No hemos conseguido presionar lo suficiente al Gobierno... Tengo que decirlo, de forma muy autocrítica", declaró el domingo a la cadena pública ARD.
"Hemos pasado demasiado tiempo replegados sobre nosotros mismos como partido, y eso tiene que ver con el hecho de que hubo discusiones públicas: tuvimos una escisión no hace mucho y, por supuesto, eso ha dejado huella, sobre todo en la percepción pública", resumió.
Peligro de desaparición
El propio partido ha admitido ahora que le queda básicamente un año para recomponerse antes de las próximas elecciones nacionales de otoño de 2025. "La Izquierda se encuentra sin duda en una situación peligrosa que amenaza su propia existencia", afirma la directiva saliente.
Constantin Wurthmann, politólogo de la Universidad Friedrich-Alexander, de Erlangen-Nuremberg, cree que el partido tendrá que hacer algo más que cambiar su liderazgo: tendrá que encontrar la manera de atraer de nuevo a su núcleo de votantes de la clase trabajadora.
"La Izquierda aún no ha dejado claro cuál es su lugar en el panorama actual de los partidos", indica a DW. "Recientemente, ha intentado superar a Los Verdes en cuestiones ecológicas, pero ha descuidado a una parte significativa de sus votantes de base, que no sólo viven en centros urbanos".
Declive nacional y regional
Si no consigue representación parlamentaria en las elecciones nacionales del año próximo, se convertirá en poco más que un partido regional con algunos bastiones en el este de Alemania. Pero incluso allí su apoyo disminuye rápidamente.
En los estados de Turingia, Sajonia y Brandeburgo, que elegirán nuevos parlamentos en las próximas semanas, se vaticina que La Izquierda obtendrá aproximadamente la mitad de los votos que logró en las elecciones regionales de 2019.
El partido sólo sigue teniendo un apoyo sustancial en Turingia, gracias sobre todo a la popularidad personal de su primer ministro, Bodo Ramelow.
A nivel nacional, el declive del apoyo al partido se remonta a mucho antes de la escisión del grupo de Wagenknecht en 2023. En las elecciones al Bundestag de 2021, sólo obtuvo el 4,9 por ciento de los sufragios.
Diferencias y coincidencias
El principal punto de discrepancia con la nueva "Alianza Sahra Wagenknecht" es que ésta aboga por aumentar deportaciones de solicitantes de asilo rechazados, los controles fronterizos y las restricciones a la inmigración.
Esto es algo diametralmente opuesto a la postura de La Izquierda, que eligió a la ecologista y activista Carola Rackete -en su día capitana de barcos de rescate de inmigrantes en el Mediterráneo- como su principal candidata para las elecciones al Parlamento Europeo de 2024.
Aunque Rackete fue elegida eurodiputada, el partido sólo obtuvo el 2,7 por ciento de los votos alemanes, con diferencia el peor resultado de su historia en unas elecciones europeas.
En otras materias, La Izquierda se mantiene bastante próxima a los postulados de Wagenknecht. Ambos partidos han pedido más esfuerzos diplomáticos para poner fin a la guerra en Ucrania, "en lugar de alimentar la escalada y una guerra de desgaste", como dijo Schirdewan el año pasado, aunque siempre ha condenado al mismo tiempo la invasión rusa.
Pero la partida de Wagenknecht deja a La Izquierda con un problema más inmediato que las sutiles discusiones sobre posiciones políticas: hacerse notar. Wagenknecht era claramente la figura más destacada del partido; invitada asidua a las tertulias de la televisión alemana, aunque causó muchas luchas internas en los últimos años de su militancia, siempre consiguió que fuera escuchado en los medios de comunicación.
(ers/rml)