"La geotermia pide a gritos ser aprovechada"
31 de enero de 2012DW: ¿Por qué la geotermia es una opción de futuro?
Ernst Huenges: La geotermia es una forma de energía que está pidiendo a gritos ser aprovechada. En primer lugar, es interesante saber que las profundidades de la Tierra siguen almacenando calor residual surgido durante la etapa de formación del planeta, pero que dos terceras partes de la energía geotérmica se generan constantemente en la corteza terrestre. Es decir, que la principal fuente de energía geotérmica se encuentra en los primeros 30 a 60 kilómetros de profundidad. De todos modos, la tecnología actualmente disponible limita la extracción de energía geotérmica a los primeros diez kilómetros de la capa terrestre. Profundidad máxima al margen, a priori la geotermia puede explotarse en cualquier rincón del planeta. Teniendo en cuenta que el calor no se puede transportar, tiene sentido plantearse el aprovechamiento generalizado de esta fuente de energía. El coste de su explotación variará, naturalmente, de una región a otra. En algunos lugares, la geotermia resulta rentable en poco tiempo. Centroamérica, por ejemplo, es una zona privilegiada. Allí son ya varios los proyectos de aprovechamiento de la geotermia existentes, también vinculados a la producción de electricidad. Por supuesto, los países que también reúnen las cualidades necesarias son, sobre todo, aquellos con actividad volcánica. Como, por ejemplo, Indonesia, que alberga enormes zonas volcánicas.
En muchos países, la geotermia constituye una de las principales fuentes de energía. China es líder mundial, seguida de Suecia y Estados Unidos. En cuarto lugar, se sitúa la pequeña Islandia. En su capital, Reykjavik, cerca del 90% de las casas se abastecen de agua caliente procedente de un campo geotérmico.
Acaba de mencionar la producción de electricidad. ¿Significa eso que también es posible generar electricidad con energía geotérmica?
Hay diferentes maneras de transformar el calor en otras formas de energía. Así, por ejemplo, se puede generar electricidad a partir de la fuerza del vapor. A través de la tecnología que se utiliza en las máquinas de refrigeración por absorción se puede incluso transformar el calor en frío. Una opción muy interesante que quizás en el futuro podría emplearse cada vez con mayor frecuencia, especialmente en las regiones más soleadas del planeta. Regiones en las que no se necesita calefacción, pero sí una enorme energía refrigerante que puede aportar la propia geotermia.
El abastecimiento de energía que nos ofrece la Tierra es prácticamente ilimitado...
El potencial es prácticamente infinito, tal y como constata el actual informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC, por las siglas en inglés). Por consiguiente, la geotermia constituye una de las principales opciones para garantizar un suministro duradero de energía en el futuro. Eso sí, el coste puede ser elevado en determinados lugares y un trabajo de ingeniería inadecuado puede comportar problemas. Lamentablemente, hay ejemplos de proyectos en los que se explota la geotermia con innecesaria rapidez, pensando únicamente en el beneficio económico a corto plazo y sin dar margen para que las reservas de calor se recuperen. El aprovechamiento de la geotermia requiere de una gran capacidad tecnológica. Científicos del Centro de Investigacion Geológica (GFZ, por las siglas en alemán) de Potsdam colaboran también en la formación de profesionales en otros países, por ejemplo en Indonesia, para así disponer de suficientes ingenieros especializados en energía geotérmica.
¿Hasta qué punto ayuda el uso de la geotermia a frenar el cambio climático?
El informe del IPCC destaca precisamente el carácter sostenible de la geotermia. Como sucede en mayor o menor medida con cualquier otra tecnología, la geotermia genera también emisiones de CO2. Eso sí, en su caso se trata tan sólo de una fracción de las emisiones que originan las fuentes de energía fósiles. La sustitución de éstas por centrales geotérmicas supondría reducir las emisiones de CO2 entre un 2% y un 5%. La geotermia es, pues, una opción a tomar muy en serio.
Según el informe del IPCC "Energías renovables y reducción del cambio climático", el empleo de energías regenerativas -entre ellas, la geotermia- podría reducir en una tercera parte las emisiones de CO2 hasta 2050. Según estimaciones, actualmente se generan en todo el mundo más de 30 gigatoneladas de CO2 anuales. Los pronósticos más optimistas sitúan el porcentaje de energías renovables en un 43% sobre el total en 2030 y en un 77% a mediados de siglo.
¿Qué riesgos comporta el uso de la geotermia?
Junto con el riesgo económico, hay otros riesgos vinculados a su explotación. La tecnología que se utiliza para la perforación ya está desarrollada, se emplea desde hace más de 100 años. Al mismo tiempo, hay que cumplir con determinadas normas de ingeniería. Lamentablemente, hay ejemplos de cómo en ocasiones no se respetan las reglas más básicas. Los problemas que surgen en esos casos, sin embargo, no tienen nada que ver con la geotermia, sino con una actuación negligente. El riesgo de provocar temblores, acontecimientos sísmicos, es escaso. Eso sí, se requieren especiales conocimientos técnicos y actuar con el mayor cuidado. Finalmente, hay que tener en cuenta que el subsuelo alberga materiales que podrían ser liberados por el agua en circulación, como por ejemplo elementos radioactivos naturales. Lo importante, en este caso, es mantener aislado de dichos elementos el circuito geotérmico. Hasta ahora, sin embargo, no se han registrado sucesos relacionados con la geotermia que hayan provocado daños dignos de mención y tampoco ha habido que lamentar desgracias personales.
Viendo todos los aspectos técnicos que hay que tener en cuenta y el gasto asociado a su explotación, ¿es rentable una planta de energía geotérmica?
Por supuesto. La geotermia tiene una presencia considerable incluso en países en vías de desarrollo. En Centroamérica son varios los países que cubren alrededor de un 20% de su suministro energético gracias a la geotermia. Es el caso, por ejemplo, de El Salvador. La energía geotérmica también se está desarrollando en África Oriental, lo cual es síntoma de que resulta medianamente rentable. Una rentabilidad económica a la que también contribuye el elevado coste de las energías fósiles.
Sin embargo, se necesita una fuerte inversión inicial. ¿Es pese a ello la geotermia una forma de energía accesible para los países en vías de desarrollo?
Sí, pienso que, por ejemplo, África Oriental dispone de potencial geotérmico. Lamentablemente, hay pobreza y escasean los ingenieros. Pero sé que, por ejemplo, Kenia trabaja intensamente en la formación de ingenieros especializados en geotermia. Por supuesto, la elevada inversión inicial que se necesita requiere del apoyo de los países industrializados. Eso ya está sucediendo, por ejemplo a través del Banco Mundial, que invierte en África Oriental. La existencia de instalaciones con una larga experiencia operativa demuestra que la apuesta por los países en vías de desarrollo es una apuesta a largo plazo que no acaba tan pronto se retiran los inversores.
¿Cree que se trata de una oportunidad para los países en vías de desarrollo de equipararse con las naciones industrializadas?
Para aquellos países en vías de desarrollo con potencial geotérmico, por supuesto.
¿Es la geotermia, entonces, una forma de energía del futuro?
La geotermia contribuirá en el futuro a la estabilidad del suministro energético. A fin de cuentas, puede obtenerse las veinticuatro horas del día y en cualquier época del año. El potencial está ahí, pero el coste de cubrir la demanda de energía exclusivamente a través de la geotermia sería demasiado elevado. Con lo cual habrá que recurrir también a las energías eólica, solar, hidráulica y a la biomasa. La geotermia será, pues, una parte importante de la combinación de fuentes de energía del futuro.
Autor: Po Keung Cheung / Emili Vinagre
Editor: Emilia Rojas-Sasse