La febril búsqueda alemana de alternativas al gas ruso
21 de marzo de 2022Después de Qatar, los Emiratos Árabes Unidos (EAU) fueron la segunda parada del viaje por países árabes de Robert Habeck, vicecanciller alemán y ministro de Economía del partido los Verdes. Habeck planeó espontáneamente estas visitas con una amplia delegación empresarial, después de que Rusia atacara a Ucrania. El motivo es buscar alternativas al suministro de gas ruso y acercarse a una economía energética sostenible que pueda evitar dependencias, como la actual de Alemania con Rusia. Además de hacer negocios con el mayor número posible de socios.
El viaje a los Emiratos este lunes (21.03.2022), está enfocado en planes para el futuro, como la compra de hidrógeno verde. Es decir, el tipo de hidrógeno que se produce con electricidad procedente de energías renovables y que se supone que sustituirá al carbón como fuente de energía en la industria alemana en algún momento.
El emirato petrolero lleva tiempo apostando por el futuro e invirtiendo sus miles de millones en petróleo: las autoridades de Abu Dhabi quieren invertir la friolera de 163.000 millones de dólares en una economía sostenible, y dos de las mayores plantas de energía solar del mundo ya se encuentran allí. Habeck tiene planeado firmar cinco acuerdos para mejorar la cooperación en este campo en los próximos años.
Hidrógeno verde: un reto gigantesco
Hidrógeno, en forma líquida y llevado en grandes cantidades desde los Emiratos a Alemania: se trata de un proyecto que todavía "necesita la solución de muchos problemas técnicos en ambos países", admite Habeck en una reunión con la ministra de Medioambiente de los EAU, Mariam Al Mheiri. Pero parece decidido a aceptar el reto.
Asimismo, admite abiertamente que aún no conoce bien la región y que se ve a sí mismo como alguien que está abriendo nuevos caminos. Algo que es bien visto por los representantes empresariales alemanes, como Martina Merz, directora general del grupo industrial ThyssenKrupp: "Habeck está haciendo un buen trabajo para Alemania aquí. En mi opinión, él se ve a sí mismo en las conversaciones como alguien que puede tender puentes en beneficio de la transformación verde y la cooperación entre países".
Al principio del viaje, en la capital qatarí, Doha, la atención no se centró en los futuros sostenibles, sino en la actual crisis de Europa.
Habeck habló con el emir de Qatar, Tamin bin Hamad Al Thani, así como con los ministros de Economía, Comercio y de Asuntos Exteriores, sobre la gran cantidad de gas que Alemania necesita urgentemente en este momento, tras la invasión rusa de Ucrania. El emir y Habeck acordaron una asociación energética a largo plazo.
La riqueza del gas de Qatar
Después de Rusia e Irán, Qatar tiene las mayores reservas de gas natural del mundo. Y además tiene la infraestructura para licuarlo para su transporte. En 2019, el emirato exportó gas natural licuado (GNL) en un volumen de casi 107.000 millones de metros cúbicos. Este volumen sería suficiente para cubrir completamente las necesidades de gas de Alemania. Qatar suministra alrededor del 30 por ciento de su gas licuado a la UE. Pero casi nada llega a Alemania, porque todavía no existen las terminales de GNL necesarias. Hasta ahora, Alemania ha dependido principalmente del gas barato procedente de Rusia.
Alemania tendría que importar GNL a través de terminales en países vecinos. Sin embargo, en vista de la conmoción causada por la guerra en Ucrania, ahora se van a construir rápidamente dos de estas terminales de GNL, probablemente, en Wilhelmshaven y Brunsbüttel, en el norte de Alemania. Durante su viaje, Habeck calculó que dichas terminales podrían estar listas para funcionar en cinco años: "Aunque estos proyectos en Alemania tarden tres veces más en completarse. Pero quizá hagamos las cosas de otra manera", dijo el ministro verde, ciertamente comprometido con poner fin a los combustibles fósiles, pero que ahora está presionando para que se construyan rápidamente terminales de gas natural licuado.
Confianza, respeto y derechos humanos
La visita de Habeck a Qatar y luego a los EAU tiene como objetivo principal crear confianza. Para Habeck, este es todo menos un viaje fácil. Alemania busca febrilmente nuevos proveedores de gas y petróleo, para que la población no pase frío si el presidente ruso, Vladimir Putin, cierra el grifo del gas.
Pero Qatar, por ejemplo, es criticado por su política de derechos humanos y sus malas condiciones laborales. ¿El gas de un país agresor, como Rusia, va a ser sustituido por el de un emirato autocrático? ¿Y esto es promovido por un político verde? Ciertamente, Habeck aseguró, tras la reunión con los representantes del Gobierno qatarí, haber aludido a "las malas condiciones de los miles de trabajadores extranjeros que hay aquí, y nadie abandonó la sala".
En lo que respecta al gas, quedó claro que quienes están en el poder en Doha están interesados, sobre todo, en contratos de suministro a largo plazo. Pero Alemania quiere conseguir la neutralidad climática en 2045, algo que es impulsado por el partido de Habeck, los Verdes. El gas es visto como una tecnología puente. Queda por ver si este horizonte temporal es lo suficientemente atractivo para los qataríes. En cualquier caso, por parte del ministerio de Economía y también de los empresarios que acompañan la comitiva alemana, se puede escuchar que el emirato tiene un gran interés en aumentar las exportaciones.
(ct/ms)