La estrategia del Zar de Baviera
26 de agosto de 2002Nunca un dirigente bávaro ha llegado a la cancillería en los 53 años de historia de la República Federal. Stoiber creía tener posibilidades de llegar al cargo, por las encuestas que le daban unos cuantos puntos de ventaja sobre el actual canciller socialdemócrata, Gerhard Schröder. Hasta antes de que ocurrieran las devastadores inundaciones que asolaron Alemania, incluso los vientos de derecha que soplan en Europa, le daban la razón.
"Quienes no logran su objetivo en cuatro años, no lo lograrán en ocho", decía el dirigente bávaro sobre la coalición socialdemócrata – verde, que ha fracasado en reducir el índice de desempleo que se mantiene alrededor de los cuatro millones de personas. "Alemania, dice no puede permitirse el dar a Schröder una segunda oportunidad".
El patriarca conservador Edmund Stoiber prometía trasladar a nivel federal, el permanente éxito económico del Estado bávaro que gobierna desde 1994. El llamado Zar de baviera, apela no sólo al electorado del centro -que arrebató Schröder a los conservadores en 1998- sino que quiere ganar el afecto de los Estados orientales de Alemania, con la elección de figuras claves en su equipo.
Super ministro
La mejor carta de Stoiber ha sido el equipo con el que se presenta. A la cabeza figura el popular empresario y político cristianodemócrata Lothar Späth, como el hombre fuerte en materia económica. Späth goza de credibilidad, sobre todo en el este de Alemania donde Stoiber no cuenta con simpatías.
El político democristiano llegó al estado de Turingia en 1991 para hacerse cargo de uno de los conglomerados en quiebra de la economía este germana: Carl Zeiss Jena. Späth dividió al consorcio en dos, asumiendo la dirección del negocio menos lucrativo, Jenoptik, que contaba con 27.000 trabajadores. A finales de ese año despidió de golpe a 16.000 empleados. Después de esa dolorosa cura, Jenoptik se ha convertido en una de las empresas de alta tecnología más exitosas del este de Alemania. Hoy en día la empresa de empleo a 7.000 personas y cotiza en bolsa desde 1998.
Experto en política exterior
Wolfgang Schäuble sería la figura clave al frente de la política exterior y de seguridad. Schäuble, que negoció el tratado de Unificación con la República Democrática Alemana (RDA), fue durante años el delfin del Canciller Helmut Kohl y asumió la jefatura de la CDU tras la derrota en las últimas elecciones generales, pero cayó en desgracia durante el escándalo de las cuentas paralelas del partido.
Friedrich Merz, el líder parlamentario de la CDU, sería el posible futuro titular de Finanzas. Y la figura que estará al frente del Ministerio de familia, mujeres y juventud es la joven parlamentaria Katherina Reiche, quien cumple todos los requisitos para ganar la adhesión de los electores del este del país: es joven, germano-oriental y exitosa. Sólo que la parlamentaria, madre de un hijo y embarazada del segundo es criticada dentro de las propias filas conservadoras por vivir en unión libre con su pareja.
Eje franco-germano
Stoiber promete reformas, especialmente en el mercado laboral así como una notable reducción impositiva, pero siempre respetando el modelo alemán y rechazando el estilo de contratación y despido a la americana. Si gana, con la derecha en el Gobierno en Francia, promete reimpulsar el motor franco-alemán en la construcción europea.
Descuidó la ecología
Las inundaciones de Agosto, la peor catástrofe natural desde hace varios siglos, tomó por sorpresa al candidato conservador quien no tenía en su equipo a ninguna figura relevante en materia de política medioambiental. Según opinión de expertos, las riadas del Elba han sido provocadas en gran parte por la sobre explotación agrícola, la excesiva construcción a lo largo de las riberas de ríos, y en suma, la excesiva actividad provocada por la industrialización.
Stoiber ha perdido brillo y atractivo por no haber tomado el tema en serio y cualquier cosa que improvise al calor de la campaña electoral será vista como eso, no tendrá peso ante los votantes.