Obras sin emisiones
20 de abril de 2021El polvo, el olor, el ruido y el calor de las numerosas obras de Hong Kong son a menudo "insoportables” para muchos de sus habitantes.
"No importa si es invierno o verano”, afirma Dorothy Wong, de 28 años. "Es polvoriento y apesta a gasóleo. El ruido es tal que me tapo los oídos cuando paso por delante. En Hong Kong, es difícil evitar las obras de construcción porque la ciudad está bastante abarrotada”, cuenta.
Además de ser una molestia para los residentes de la ciudad, la maquinaria pesada de construcción y el consumo de combustible en las obras contribuyen a la contaminación atmosférica de la urbe. Asimismo, la exposición prolongada a óxidos de nitrógeno y partículas puede dañar el corazón y los pulmones.
La construcción es un sector muy contaminante, que representa alrededor del 39 por ciento de las emisiones mundiales de CO2 relacionadas con la energía. Aunque faltan datos sobre la contribución de las obras de construcción a la cifra global, un estudio sobre un complejo de edificios en Corea descubrió que la construcción in situ contribuía al 4,2 por ciento de las emisiones totales.
Una de las razones son los contaminantes de los generadores diésel, que alimentan la maquinaria pesada de construcción, como las grúas torre. La constructora hongkonesa Gammon Construction lleva desde 2019 experimentando con baterías de iones de litio como fuente de energía limpia.
Estos sistemas de baterías son producidos por la empresa emergente de Hong Kong Ampd Energy. Se llaman Enertainers y parecen contenedores metálicos, algo más grandes que una persona. Cada uno de ellos puede sustituir potencialmente a dos generadores diésel necesarios para alimentar cuatro grúas torre. Con ello se pueden reducir las emisiones de CO2 en más de un 80 por ciento.
"Un generador diésel que alimenta una grúa en Hong Kong emite unas 140 toneladas de dióxido de carbono al año”, afirma Julián de Jonquieres, director de operaciones de Ampd. "Pero la electricidad utilizada para cargar nuestro Enertainer solo genera unas 25 toneladas”, aclara.
Gammon Construction ya ha desplegado estos sistemas de almacenamiento para alimentar sus equipos de construcción pesados en siete de sus obras. A medida que aumenta la población de la ciudad, también lo hace la demanda de nuevos edificios. Así que la búsqueda de formas de hacer más sostenibles las obras de construcción continúa.
Las ciudades lideran la construcción sostenible
En 2019, la capital de Noruega, Oslo, convirtió una calle muy transitada en una zona peatonal utilizando principalmente maquinaria eléctrica. La ciudad fue pionera en esta primera obra con cero emisiones.
Según las autoridades locales, se ahorraron 35.000 litros de gasóleo y se evitó la emisión de 92.500 kilogramos de dióxido de carbono.
Oslo, junto con otras metrópolis como Los Ángeles, Budapest y Ciudad de México, se ha comprometido a reducir las emisiones de todos los nuevos edificios y proyectos de infraestructuras al menos a la mitad para 2030. Para 2025, estas ciudades pretenden emplear únicamente equipos de construcción con cero emisiones.
El cambio podría ser relativamente fácil para Oslo. La ciudad ya genera el 98 por ciento de su electricidad a partir de fuentes renovables, como la energía hidroeléctrica. Aun así, es un reto encontrar maquinaria de construcción que no emplee combustibles fósiles y que garantice un suministro de energía fiable y suficiente, según Nils Gelting Andresen, que trabaja para la agencia de protección climática de la ciudad.
Los nuevos criterios de licitación que animan a las empresas a construir con cero emisiones, así como las subvenciones municipales para fomentar máquinas que funcionan con biocombustibles sostenibles, electricidad o calefacción urbana, podrían ayudar. Pero, según Gelting Andresen, es necesario un impulso global hacia las obras sostenibles para estimular la demanda de este tipo de equipos.
"Lo más importante para lograr un aumento de la demanda es la cooperación internacional, ya que Oslo es una ciudad muy pequeña a escala mundial”, explica Andresen a DW. "Para satisfacer la gran demanda de electricidad en obras, serán necesarias nuevas tecnologías y soluciones”. Y añade: "Ya estamos viendo los primeros avances, como baterías y soluciones de carga móviles”.
La búsqueda de alternativas
La empresa Wacker Neuson trata de satisfacer la todavía limitada demanda de máquinas sostenibles. La empresa alemana lleva produciendo equipos de construcción eléctricos desde 2015, incluyendo excavadoras, palas cargadoras y apisonadoras.
"Casi todas nuestras máquinas de cero emisiones funcionan con baterías y pueden, por lo tanto, funcionar independientemente de la red eléctrica”, afirma la empresa.
Entre septiembre de 2020 y febrero de 2021, la capital danesa, Copenhague, llevó a cabo su primera obra de construcción libre de emisiones. Se emplearon para ello máquinas de construcción eléctricas de Wacker Neuson. Las emisiones de dióxido de carbono se redujeron en un 85 por ciento.
Pero el cambio es caro. El gasóleo de aceite vegetal hidrogenado (HVO, por sus siglas en inglés) cuesta el doble que el tradicional, según Christina Schulin-Zeuthen, directora del departamento de obras públicas de la ciudad.
"Además, los equipos de construcción eléctricos también son más caros”, añade Schulin-Zeuthen a DW. "Esperemos que los precios bajen ahora que el mercado se orienta hacia soluciones respetuosas con el clima”.
Las obras de construcción son solo el principio
Sin embargo, las obras de construcción tan solo son una de las fuentes de emisiones del sector de la construcción. La fabricación de cemento, el principal material de construcción del mundo, consume muchos recursos y energía, y representa alrededor del ocho por ciento de las emisiones mundiales de CO2.
Asimismo, el funcionamiento de los edificios, es decir, la iluminación, la calefacción y la refrigeración, representan alrededor del 28 por ciento de las emisiones mundiales.
Según Albert Chan, profesor del Departamento de Construcción y Bienes Inmuebles de la Universidad Politécnica de Hong Kong, optimizar el proceso de construcción de los edificios es fundamental, pero no suficiente.
"En el mundo de la sostenibilidad, la fase de funcionamiento se considera más importante y compleja para garantizar la sostenibilidad a largo plazo de los edificios durante toda su vida útil”, explica Chan.
Aun así, Chan cree que las obras libres de emisiones podrían ser un motor para sanear el sector de la construcción y que la maquinaria sostenible "conducirá a una transformación global”.
Los habitantes de ciudades como Hong Kong quisieran que el cambio se produzca lo antes posible. "Sería estupendo que las empresas constructoras redujeran el calor y el polvo adicional que producen en sus obras”, desea Wong. "Pero sé que será bastante difícil”, concluye.
(ar/ers)