Kazimir Malévich o la imposibilidad del arte
El cuadrado negro de Malévich es un icono del modernismo. Hasta el 22 de junio de 2014, el museo Bundeskunsthalle de Bonn muestra 300 obras de este artista nacido en Kiev.
Fundador del suprematismo
Autorretrato de 1933. El “suprematismo”, fundado por él mismo, es considerado por Malévich como el origen de la pintura y la abstracción en su forma más pura. La exposición "Kazimir Malévich y la vanguardia rusa“, presentada en el museo Bundeskunsthalle de Bonn, reúne espectaculares obras de dos colecciones privadas.
En la lucha por un nuevo arte
Kazimir Malévich nació en Kiev en 1879 y murió en Leningrado en 1935. El artista ucraniano es considerado como un precursor del cubismo. La utopía de un nuevo ser humano está presente en todos los campos de su vida: Malévich creó modelos arquitectónicos, fue profesor e incluso compuso una ópera
Influencia francesa
El camino hacia la abstracción es un recorrido en etapas. Al comienzo, la obra de Malévich experimenta la influencia del impresionismo francés: un paisaje con una casa color rosa, que también podría ser de Monet o Cézanne. La pintura data del año 1911, cuando Moscú era el París del Este europeo.
Vanguardia en movimiento
En la primera década de 1900, Malévich se une a diversos movimientos de vanguardia, como el neoprimitivismo, una corriente que expresa el entusiasmo por las formas primitivas y los motivos folclóricos.
Cubofuturismo
Una fusión de elementos del cubismo y el futurismo se fusionan aquí. Malévich desintegró motivos figurativos para convertirlos en elementos de forma cilíndrica. Pintó "Vida en el Grand Hotel" en 1913. El cubofuturismo fue un paso hacia el suprematismo.
Iconos modernos
Malévich asume las formas geométricas y el simbolismo de los colores de la pintura popular. Usa los 7 colores de la pintura de iconos. En la pintura de iconos, el blanco significa el inicio y el negro el fin. En el espacio entre ambos, se desarrolla la vida del cosmos. La pintura de iconos proviene del imperio bizantino, que dotó al estado cristianizado con imágenes de santos y mártires.
La firma del artista
Las pinturas suprematistas de Malévich revelan que siempre son pintadas a mano y no con plantilla. Ya sean cruces o líneas flotantes sobre fondo blanco: todas tienen la marca del autor.
Educación artística
La utopía de un nuevo hombre era una idea omnipresente para Malévich, quien no solo fue artista, sino también teórico y profesor. En la década de 1920, el artista ruso llegó a Berlín, proveniente de Varsovia. En la capital germana publicó sus manifiestos en alemán, bajo el título de "La cultura del arte orgánico".
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El museo Bundeskunsthalle de Bonn dedica un espacio especial a la obra tardía del enigmático Malevich. Las obras expuestas pertenecen, en parte, a los coleccionistas Nikolai Chardschijew y George Costakis, que han conservado su obra para la posteridad.