Celebrando los 325 de Bach

Si la naturaleza nos hubiera conferido una vida tan longeva como la que le concedió a las secuoyas, Johann Sebastian Bach, el célebre organista y compositor alemán, habría sido testigo este domingo (21.3.2010) de los bombos y platillos con que se celebraron los 325 años de su nacimiento tanto en Eisenach, la ciudad de donde era oriundo, como en Leipzig, aquella en donde murió y donde se fundaron el Archivo Bach y el Museo Bach para salvaguardar su valioso legado.

Ambas instituciones, que venían siendo restauradas y ampliadas desde hace dos años, fueron reinauguradas en el marco de los festejos por el Presidente Federal de Alemania, Horst Köhler. La superficie del Archivo Bach, que alberga numerosos documentos históricos alusivos a su vida y obra, creció en un tercio hasta llegar a los 3.000 metros cuadrados, y el Museo Bach fue dotado de instalaciones climatizadas que le permitirán exhibir los manuscritos del maestro en el futuro cercano.

El legado de Bach

En Eisenach se le honró con una misa especial y enormes tortas de cumpleaños frente al monumento que lleva su nombre, y en Leipzig, con conciertos y un discurso oficial en el que Köhler describió al Museo Bach como un “faro cultural” de Alemania. Enfatizando la importancia de conservar “la memoria cultural de la nación”, aludió a las joyas de la intelectualidad germana destruidas tras el incendio de la Biblioteca de la duquesa Ana Amalia en Weimar y el desplome del Archivo histórico de Colonia como ejemplos recientes de lo mucho que un país puede perder de manera irreparable.

Considerado por muchos como el más excelso compositor de música barroca, Bach dejó más de 200 piezas concebidas para acompañar ritos religiosos cuando murió en 1750. Sin embargo, éstas debieron ser rescatadas del olvido a partir del primer tercio del siglo XIX; sus cantatas, misas y oratorios, así como sus composiciones para órgano y orquestas, comenzaron a ser redescubiertas en 1829, y en 1850 se creó la Sociedad Bach con miras a publicar las obras completas del genio.

Música a la vista de todos

Los últimos cien años han estado marcados por los hallazgos de manuscritos inéditos; los más recientes datan de 2008, cuando unos musicólogos de la Universidad Martin Luther de Halle-Wittenberg se toparon con una composición para órgano de Johann Sebastian Bach de la que hasta entonces sólo se conocían los primeros cinco compases. Autenticados en su momento por expertos del Archivo Bach, no es de extrañarse que estos manuscritos figuren pronto entre las razones más importantes para visitar el Museo Bach de Leipzig.

Autor: Evan Romero-Castillo

Editora: Claudia Herrera Pahl