Italia en estado de emergencia
7 de abril de 2009El número de víctimas del terremoto que sacudió la región italiana de los Abruzos en la madrugada del 6 de abril sigue creciendo: los muertos rozan las dos centenas, los heridos sobrepasan los 1500, miles de personas sin techo, cunde incertidumbre acerca del paradero de decenas de personas.
Al primer terrible terremoto, de intensidad 6,3 en la escala de Richer, han seguido numerosas réplicas. Se habla de unas 280, la más fuerte de ellas de 4,9 grados de intensidad a media mañana del 7 de abril.. Los temblores y el terreno montañoso dificultan aún más los trabajos de rescate, a los cuales se dedican unas 2000 personas.
La agencia de protección civil sostiene que son 50.000 los damnificados. Durante la noche, mientras las excavadoras buscaban sobrevivientes de entre los escombros, la policía patrullaba las casas que quedaron abandonadas tras el sismo y arrestaron a varias personas por saqueos. Miles de tiendas de campaña fueron instaladas en parques y campos de fútbol para refugiar a los danmificados durante la noche.
"Ha sido un día tan largo y duro. Ahora que estamos sentados aquí en nuestro auto todo ha comenzado a hundirse", sostuvo Piera Colucci, una habitante de L´Aquila, mientras se preparaba para dormir en su vehículo.
El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, declaró emergencia nacional y visitó la zona. "Es un grave desastre. Ahora debemos reconstruir y eso requerirá enormes sumas de dinero", aseveró Berlusconi, comprometiéndose a solicitar cientos de millones de euros de un fondo para desastres de la Unión Europea. Berlusconi prometió también la entrega de 30 millones de euros para la asistencia inmediata y la reconstrucción de L´Aquila en los próximos dos años.
Daños culturales
Junto a la lista de víctimas se amplía también la de los monumentos y edificios históricos que sufrieron daños. Prácticamente todas las localidades en torno a L'Aquila, cerca del epicentro, registran palacios e iglesias destruidos en sus centros históricos.
En L´Aquila mismo se derrumbó una parte del ábside de la Basílica de Santa Maria di Collemaggio, así como la cúpula de la Chiesa delle Anime Sante y la torre de la iglesia de San Bernardino. Se ha desplomado así mismo una parte de la fachada de la iglesia Santa Maria del Suffragio, en el centro de la ciudad barroca.
La ola de daños a edificios y monumentos culturales alcanza la costa; en Pescara en el pueblo de San Stefano de Sessanio, considerado uno de los más bellos del país, se derrumbó la torre medieval Medicea, emblema del lugar.
El porqué de la catástrofe
En Italia los temblores y terremotos son un fenómeno normal. Debido a que el país queda entre dos placas tectónicas, la africana y la euroasiática, cuando éstas se desplazan la península tiembla. La placa adriática, que forma parte de la africana, atraviesa Italia y es responsable, junto con los volcanes activos, de los numerosos terremotos que ha vivido la península en los últimos cien años.
Una situación conocida
El peor de todos fue el de Messina, que en diciembre de 1908, con 7,2 grados de intensidad en la escala de Richter destruyó la región costando la vida de 130.000 personas. El terremoto de 1997, que estremeció Umbría, aparte de causar 11 muertes, afectó seriamente la famosa Catedral de Asis. En 2002, un terremoto en San Giugliano di Puglia hace que una escuela se derrumbe: 27 niños y su maestra mueren; fallas en la construcción del edificio fueron la causa de estas víctimas.
Seguridad antisísmica y previsión
A partir de allí la seguridad antisísmica de los edificios es todo un tema en Italia, en donde aunque existan reglamentos de construcción de acuerdo al grado de peligro sísmico están claros, las construcciones ilegales que no se atienen a ellos son innumerables. Tan pronto acaben los trabajos de rescate, empezará la búsqueda de la causa del derrumbamiento de los edificios.
También la previsión de tales catástrofes es un tema central en este momento: el sismólogo italiano Giampaolo Giuliani asevera haber predicho el terremoto, pues desde hacía varios días notaba cambios en la emisiones de gas radón, lo cual según los sismólogos está relacionado con los movimientos terráqueos.
Al respecto, el sismólogo alemán Rainer Kind, del Centro de Geoinvestigación de Potsdam aseveró a la cadena de televisión alemana ARD, que el método empleado por Giuliani no ha producido hasta el momento resultados fiables, los obtenidos son más bien casualidad. Kind, si bien reconoce la seriedad del sismólogo italiano, advierte de hacer predicciones, pues en realidad aún no existe una herramienta para predecir la fecha y hora exacta de un sismo, aunque se sepa que podría ocurrir en cualquier momento, como es el triste caso de éste de los Abruzos.
MB/dpa/reuters/afp
Editor: José Ospina Valencia