Italia en el atolladero

El Corriere della Sera, de Milán, apunta: "La principal carta que puede jugar Prodi es la de su capacidad de liderazgo. El triunfo de la centroizquierda ciertamente no fue arrollador, pero hay que admitir que la presencia de Prodi fue lo único que permitió cohesionar al amplio espectro de fuerzas de la 'Unione'. Sólo en su persona encontraron todos los grupos algo con lo que poder identificarse. La centroizquierda sólo ha logrado existir porque existe Prodi."

Caradura

El Handelsblatt, de Düsseldorf, comenta: "No es que Berlusconi haya demostrado durante los últimos años un especial respeto por la Justicia. Pero ignorar a la máxima instancia del proceso electoral requiere ser caradura. Hay muchos indicios de que Berlusconi no piensa soltar su última herramienta de presión. De este modo, podría demandar concesiones al nuevo gobierno".

Los intereses de Berlusconi

El Financial Times, de Londres, opina: "Al poner en duda los resultados electorales, Berlusconi parece pretender desestabilizar desde un comienzo la coalición de Prodi y, de ese modo, acortar su vida. Si así fuera, estaría demostrando un arrogante desprecio por la decisión del electorado en las urnas, por muy estrecha que ésta haya sido. Contribuye así a generar a nivel internacional preocupación por la estabilidad política de Italia. Da la impresión de que él privilegia los intereses de Silvio Berlusconi por sobre los de su país. Eso es algo que ya había hecho con excesiva frecuencia en el pasado."

Problema europeo

Der Standard, de Viena, escribe: "La retórica y la realidad no siempre coinciden en Italia, y no solamente en este caso. Pero esto no se aplica desgraciadamente a los números calculados al margen de los debates políticos internos, que han dado a conocer por estos días los representantes del Fondo Monetario Internacional. Más allá de todas las especulaciones que se hacen cotidianamente en Roma, dichas cifras constituyen el verdadero problema. Según el informe del FMI, las perspectivas son bastante negras para los italianos. Ni la posibilidad de excluir a Italia de la eurozona, que se discutió semanas atrás, ni la de que se produzca algo así como un 'escenario argentino' se vuelven más improbables. (...) Hoy en día ni siquiera hay mayorías claras para elegir al presidente del Senado, ni menos para llevar a cabo una política sustentable. Además, el nivel de integración dentro de la Unión Europea es tan alto que la situación imperante en Italia constituye también un serio problema para la UE."