Hebe de Bonafini: entre la militancia y los tribunales
Tras negarse a comparecer ante la justicia por un caso de fraude, Bonafini esquivó su detención arropada por miles de partidarios. Para la activista, se trataría de una persecución política contra ella.
40 años en la lucha
Como una de las figuras más conocidas de la lucha contra la impunidad en Argentina, Hebe de Bonafini lleva 40 años al frente de la Asociación de las Madres de la Plaza de Mayo, un colectivo de madres de detenidos desaparecidos en el país durante la dictadura entre 1976 y 1983.
"Proceso de Reorganización Nacional"
La lucha de las Madres de Plaza de Mayo se centró en exigir conocer el paradero de los desaparecidos durante el llamado "Proceso de Reorganización Nacional", con secuestros, torturas y asesinatos por motivos políticos perpetrados por la Junta Militar de Jorge Rafael Videla.
Militancia todavía en activo
Con protestas semanales, la asociación luchó durante años contra la impunidad, promoviendo el enjuiciamiento de los responsables de los crímenes de la dictadura. Durante el Gobierno de Cristina Kirchner ganaron mucha influencia llegando a tener su propia radio, una universidad, un programa de televisión o programas de promoción de viviendas sociales.
Misión de "Sueños compartidos"
Precisamente en uno de esos proyectos de viviendas sociales, la “Misión de Sueños Compartidos”, el escándalo salpicó a las madres en 2011 con denuncias contra el ex apoderado de la fundación, Sergio Schocklender, por desviar fondos estatales concedidos por el Gobierno de Kirchner.
Negativa a declarar
Bonafini fue llamada a declarar ante los tribunales para la instrucción de la causa. Su negativa a presentarse fue el motivo para impartir una orden de detención. Para defenderse, la activista salió a la calle arropada por miles de partidarios para participar en la concentración semanal de la Plaza de Mayo.
¿Persecución o escándalo?
Debido al apoyo recibido por Bonafini, la detención quedó finalmente suspendida. La activista denunció la corrupción de la justicia argentina y una persecución política contra ella, mientras el otro acusado, Sergio Schocklender, la acusaba en la prensa de querer generar escándalo y tener "la fantasía de transformarse en una perseguida política del Gobierno macrista".