Grecia: ingresos insuficientes y fantasma de recesión
21 de febrero de 2016Según los datos más recientes del ministerio griego de Finanzas, los ingresos fiscales de ese país en 2015 totalizaron 43.600 millones de euros. Esto representa una baja de 611 millones en comparación con 2014, aunque el año pasado se establecieron nueve nuevos impuestos, tanto directos como indirectos. La actual situación financiera se hace aún más clara si se revisan los anteriores pronósticos presupuestarios: en noviembre de 2014, antes de que llegara al poder el gobierno izquierdista, y de las negociaciones con los acreedores, el citado ministerio esperaba recabar 47.000 millones de euros en 2015; es decir, hoy consigue 3.400 millones menos que lo vaticinado en aquella época.
El agujero financiero trae consigo quizá un juego político, dado que los acreedores internacionales demandan medidas adicionales y con ello ponen en aprietos al gobierno de Tsipras, que desde hace meses trata de sacar adelante una reforma de pensiones altamente controvertida
De acuerdo con la versión de Atenas, la baja en los ingresos se debe a causas técnico-financieras. Aunado a ello, la fecha de vencimiento de las dos primeras cuotas del impuesto especial a los inmuebles, cuya constitucionalidad también es objeto de debate, ha sido postergada varias veces. A esto se debe, según el gobierno griego, que los ingresos correspondientes previstos para 2015 y equivalentes a varios miles de millones de euros se retrasen hasta 2016.
Son hechos que no se pueden rebatir. De todos modos, llama la atención que la economía griega de nuevo parezca hundirse, siendo que en noviembre de 2014 aún registraba un sólido crecimiento de tres por ciento, presuntamente causado por un aumento en los ingresos fiscales.
“Hay dos razones principales para este regreso a la recesión: la inseguridad en la economía y el establecimiento de controles de flujo de capital en el verano de 2015”, dice a DW Panagiotis Petrakis, profesor de Economía de la Universidad de Atenas.
Montaña rusa económica
El especialista considera que la recesión podría acentuarse aún más este año, quizá con algunas sorpresas negativas en Grecia. Un indicador especialmente perturbador es el desarrollo del mercado laboral. “Por primera vez desde 2014, se registran de nuevo más despidos que nuevos empleos”, afirma.
Del mismo modo, el desarrollo de los ingresos estatales causó en los pasados meses pronunciados cambios de expectativa, entre la esperanza y la incertidumbre. En los primeros meses tras la llegada del izquierdismo al poder, se registró un alarmante retroceso de más de nueve por ciento en comparación con el año anterior. Pero en la segunda mitad del año hubo un incremento en dichos ingresos.
El economista Petrakis explica así esta aparente contradicción: “Luego de que se establecieran los controles de flujos de capital, en el verano de 2015, muchas personas tenían miedo de perder su dinero y decidieron saldar sus deudas con el fisco, que ya planeaba implementar severas penas contra deudores morosos”.
Como quiera que sea, el Estado griego necesita incrementar y diversificar sus ingresos a fin de llenar el agujero financiero de 2016. Medios griegos afirman que el gobierno pretende aumentar la tasa fiscal para los más adinerados, así como para quienes perciben ingresos a través de la renta de inmuebles.