Un día de 1995, Leonila Vázquez envió a dos de sus hijas a comprar pan y leche. Ambas regresaron con las manos vacías. Le habían dado la compra a unos migrantes que llevaban días sin comer. La explicación de las hijas despertó la compasión de su madre. A partir de ese día, preparó raciones individuales de comida para dárselas a los migrantes. Desde entonces, ella, sus hijas y otras mujeres que se fueron uniendo a la acción, se acercan a las vías cada vez que pasa el tren. Se aproximan todo lo que pueden para que los migrantes agarren los "lonches” que han preparado con mucha dedicación. Las Patronas cuentan cómo fue tomando forma esta iniciativa. Entretanto, además de preparar comida, brindan atención médica y alojamiento para migrantes. Y para quienes quieran colaborar con ellas, Las Patronas ofrecen plazas de voluntariado social. Correo de contacto: [email protected]