Extremismo en Alemania: las cifras de 2005
22 de mayo de 2006
Tres ataques violentos con motivaciones xenófobas cometidos en corto periodo de tiempo. Amenazas de grupos neo-nazis de utilizar el Mundial de Fútbol como escenario para sus marchas de botas negras, como por ejemplo, acudir al estadio de Leipzig cuando juegue la selección nacional de Irán para mostrar acuerdo con el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, y su relativismo del Holocausto.
En torno a estos hechos, además, el debate generado, que llevó a algunos políticos a recomendar a las personas de color evitar ciertas regiones de Alemania. La sociedad alemana está conmocionada y teme que el racismo se esté apoderando de ella. Por lo que la expectación en torno al informe anual de la Oficina Federal para Protección de la Constitución, que presenta las cifras de la criminalidad extremista, era muy grande.
Todos los medios alemanes destacaron hoy que la violencia de extrema derecha aumentó durante 2005 con respecto al año anterior.
El "leitmotiv" gubernamental
La lucha contra el extremismo será el "leitmotiv", el objetivo principal, del gobierno germano, y los recursos para combatirlo no se reducirán el año próximo, anunció Schäuble en la presentación del informe. El socialdemócrata Wolfgang Thierse llegó incluso a hablar de un "problema dramático" en la sociedad alemana.
Frente a 12.000 actos de violencia en 2004, 15.300 en 2005: la violencia de extrema derecha aumenta en un 23,5%, y esta es la razón de la alarma con la que despertaban hoy todos los alemanes, vertida por las ondas de radio y las cadenas de televisión germanas.
Miradas desde más de cerca, las cifras demuestran que considerablemente sólo subió la violencia de la extrema derecha contra la extrema izquierda y otros grupos de opositores políticos, y por el contrario en 2005 bajaron los ataques con contenido xenófobo. Sí aumentaron las agresiones motivadas por el antisemitismo, aunque se mantienen entre los delitos menos frecuentes de los derechistas.
La violencia de la extrema izquierda también creció, pasando de 521 delitos cometidos en 2004 a 896 en 2005, dirigidos mayormente contra sus enemigos de la derecha.
¿En el este o en el oeste?
El ministro del Interior negó la existencia de "no-go-areas" en Alemania, haciendo clara referencia a las declaraciones del ex portavoz del gobierno en tiempos de Schröder, Uwe-Karsten Heye, que aconsejaba a las personas de color no visitar ciertas regiones, situadas la mayoría de ellas en el este del país, ante el peligro de no salir vivos de ellas. "Todas las personas pueden sentirse seguras en nuestro país", dijo Schäuble.
Mientras, Ulla Jelpke, portavoz de la Izquierda alemana, criticó que las miradas se dirijan al este de Alemania cuando se habla de racismo- hacia los antiguos Estados de la comunista República Democrática Alemania-. En Dortmund, en el noroeste alemán, una persona de piel oscura también debe tener miedo de ser atacado por derechistas, dijo la política de izquierda.
Sin embargo, las cifras demuestran que mientras la violencia de la derecha está más difundida a lo largo de la República Federal, los cinco Estados que pertenecieron a la RDA encabezan la lista de las regiones con más criminalidad de extrema derecha, y sólo el occidental Schleswig-Holstein se adelanta en cuarto lugar al ex comunista Estado de Mecklemburgo-Pomerania occidental, que ocupa el quinto lugar en las estadísticas.
El informe alternativo
En contraste con el informe de la Oficina Federal para la Defensa de la Constitución, un grupo de ONG publica cada año un "Informe de los Derechos Constitucionales", que en esta ocasión fue presentado por Jutta Limbach, presidenta del Instituto Goethe y ex presidenta del Tribunal Constitucional Federal.
El informe de las ONG denuncia las "desmesuradas medidas anticonstitucionales de control del Estado", que con la excusa de la lucha antiterrorista restringe cada vez más los derechos ciudadanos. "En nombre del miedo somos testigos de cómo se endurece la política de seguridad", dijo Limbach. El último escándalo de los servicios secretos alemanes es sólo "la punta del iceberg", añadió.