Europa podría dejar de ser un tigre de papel en el Golfo
6 de enero de 2020"Distensión con ayuda del diálogo" es la fórmula mágica que piden todos los gobiernos europeos. Pero, ¿qué pueden aún lograr con ello? El ministro alemán de Asuntos Exteriores, Heiko Maas, subrayó este lunes (6.01.2020) en una entrevista con la emisora pública alemana Deutschlandfunk, que los europeos disponen de "canales de comunicación abiertos y funcionales con ambas partes del conflicto, y que se están utilizando actualmente". Estamos aportando así a que no estalle una guerra subsidiaria en Irak,prosiguió Maas.
Estados Unidos había justificado el ataque con drones diciendo que había planes de ataques supuestamente inminentes por parte de Soleimani. Sin embargo, aún no se ha aportado ninguna prueba de esta afirmación, según Rainer Breul, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores alemán: "Hemos visto la justificación de Estados Unidos. Pero nos falta información para comprender dicha justificación", agregó Breul, cuando se le preguntó en una conferencia de prensa del gobierno.
Europa parece estar preparándose para una especie de diplomacia itinerante con roles repartidos: Macron mantiene el contacto con el presidente de Irán, Hasan Rohani; Boris Johnson consulta con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Y Angela Merkel se reunirá el fin de semana con el presidente ruso, Vladimir Putin, en la que también hablará de la crisis del Golfo. Rusia, al igual que China, también es uno de los firmantes del acuerdo nuclear de 2015.
Soldados alemanes entrenan a fuerzas del orden en Irak
El gobierno alemán también está manteniendo conversaciones con Bagdad. Este 5 de enero, el Parlamento iraquí, molesto por el ataque con drones de EE. UU. en su territorio, decidió poner fin al estacionamiento de todas las tropas extranjeras involucradas en la lucha contra Estado Islámico (EI). En Irak se encuentran también 120 soldados alemanes con la misión de entrenar a las fuerzas del orden iraquí. Ahora, según el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, la discusión se centra en "cómo piensa manejar el Gobierno iraquí esta decisión del Legislativo, y cómo quiere proceder con sus socios en el futuro".
"Nadie quiere comprometerse en Irak en contra de la voluntad ni del Parlamento ni del gobierno iraquí”, enfatizó el ministro federal de Relaciones Exteriores, Heiko Maas en Deutschlandfunk. En este momento, los instructores alemanes en Irak permanecen en sus campamentos, debido a la tensa situación de seguridad. El ministro Maas también quiere, rápidamente, "sostener una conversación con el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Javad Zarif", anunció Breul.
Mediadores impotentes
Sin embargo, la pregunta central sigue siendo: ¿qué tiene Berlín que ofrecer a sus interlocutores? ¿Y qué tiene Europa que ofrecerles, aparte de llamados a la cordura y consejos? Desde hace más de un año y medio, los europeos intentan, sin éxito, mediar entre Teherán y Washington. Han trabajado para salvar el acuerdo nuclear con Irán, firmado en 2015, pero del que Trump se retiró en 2018. Washington había seguido una política de "máxima presión" contra Irán, especialmente a través de un régimen de sanciones que Irán considera "una guerra comercial".
Los intentos de Alemania, Francia e Inglaterra de mantener las ventajas económicas prometidas a Irán en el acuerdo nuclear no han dado frutos. La mayoría de las empresas europeas han cancelado sus negocios con Irán, debido a la presión de EE. UU. El instrumento con el que Bruselas buscaba eludir las sanciones, INSTEX (Instrument in Support of Trade Exchanges), no ha resultado. Dado que Teherán no parece beneficiarse, se ha ido retirando poco a poco del acuerdo.
Una oferta que puede distensionar la crisis
Europa no cuenta mucho en el conflicto del Golfo, señaló, por su parte, el exministro alemán de Asuntos Exteriores, Sigmar Gabriel, en el diario berlinés Tagesspiegel. "La Unión Europea ha demostrado en estos últimos dos años ser un tigre de papel, cuando las cosas se ponen serias", afirmó el socialdemócrata.
Para revertir esa imagen, Europa debe ser valiente y asumir riesgos políticos, exige Gabriel. En otras palabras: "Si es necesario, contradecir directamente al actual presidente de EE. UU. para evitar que Irán siga la lógica de una escalada”.
Sigmar Gabriel tiene una oferta en mente para Teherán: préstamos millonarios del Banco Central Europeo o de los bancos nacionales europeos con el fin de que Teherán regrese al acuerdo nuclear y, dado el caso, Irán reduzca las dimensiones de su reacción al asesinato de Soleimani. Con una oferta así, Europa podría recuperar su credibilidad frente a Irán. Y ya dejaría de ser un tigre de papel.
(jov/cp)
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