Europa: larga convalecencia

"Necesitamos una respuesta europea a la globalización, de lo contrario, nos volveremos en forma lenta pero segura irrelevantes en el mundo". Estas palabras que pronunció el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, sin duda son acertadas. El problema es que los europeos, por ahora, no tienen semejante respuesta ni están cerca de encontrarla. Es más: ni siquiera se perfila una fórmula para sacar a la organización del profundo estancamiento político en que cayó tras el balde de agua helada que supuso la negativa de franceses y holandeses a aprobar el proyecto de Constitución de la UE en sus respectivos referendos, el año pasado.

Reflexión y más reflexión

El trauma aún no se ha superado y ensombreció la celebración del Día de Europa este 9 de mayo, al cumplirse 56 años de la presentación del acuerdo en el sector del acero y el carbón que más tarde dio origen a la UE. En el debate sostenido en Bruselas en este aniversario, el presidente del Parlamento Europeo, Josep Borrell, instó a buscar la forma de sacar adelante el proceso constitucional, advirtiendo que "no sería sensato prolongar cada vez más la fase de reflexión". A su juicio, los jefes de Estado y de gobierno de la UE deberían presentar en junio un plan acerca de cómo proceder en concreto.

En Berlín, donde también se desarrolló un foro con motivo del Día de Europa, la canciller Angela Merkel opinó diferente. A su juicio, aún no ha llegado la hora de actuar, ya que habrá que esperar a que tengan lugar las elecciones en Francia y Holanda en mayo de 2007. La gobernante alemana considera, en todo caso, que la Unión Europea es mejor que su fama, aunque reconoció que hay bastante por mejorar.

UE: inconcebible sin Constitución

Angela Merkel recordó que, vista en perspectiva, la historia de la integración es un enorme éxito, si bien para las nuevas generaciones el actual estado de cosas es simplemente algo que no se puede concebir de otro modo. Pero ¿qué cabe esperar del futuro? La canciller alemana sólo puede imaginarlo con una Constitución europea y con claros límites en lo que respecta a la ampliación de la UE. Según recalcó, no todos los países podrán ser miembros y, a éstos, habrá que ofrecerles una mejor política de vecindad.

Al menos un motivo de celebración hubo, sin embargo, en este Día de Europa. El parlamento de Estonia ratificó la Constitución europea, con lo cual ya son 15 los países que ya han dado luz verde al documento, dirigido a dotar de mayor grado de democracia, transparencia y operatividad a la UE. Se espera que dentro de poco se sume a ellos también Finlandia. Pero faltan aún otros nueve: Francia y Holanda, que la rechazaron en un primer referéndum, y otros 7 estados que, desde ese shock, han congelado de momento el proceso de ratificación.