Vacunas especiales contra ómicron no son más efectivas
18 de febrero de 2022Apenas se empezó a propagar la variante ómicron del SARS-CoV-2, en diciembre de 2021, los laboratorios BioNTech/Pfizer y Moderna comenzaron a desarrollar vacunas especialmente creadas para combatirla. A finales de enero, ambas compañías iniciaron los primeros ensayos clínicos.
Las vacunas estuvieron listas en un mes
Había buenos motivos para la urgencia, ya que se observó que la nueva variante podía escapar a la barrera inmunitaria creada por las vacunas anteriores, e incluso podía infectar a personas vacunadas con dos dosis y una tercera de refuerzo. Ómicron se diferencia significativamente a nivel biológico de las mutaciones anteriores.
Si bien los pacientes vacunados y con un refuerzo experimentaban un curso más leve de la enfermedad, también con ómicron existía el peligro de que los contagiados propagaran el virus sin saberlo, ya que la enfermedad era asintomática en muchos de ellos. Por lo tanto, parecía necesario el desarrollo de una nueva vacuna.
Ahora que la ola de ómicron casi ha alcanzado su punto máximo en muchos países, y probablemente ya lo haya superado en algunos, también se cuenta con los primeros resultados de los experimentos en animales con las vacunas contra esa variante, recientemente desarrolladas. Pero estos resultados son bastante decepcionantes.
Ninguno de esos estudios ha sido revisado por pares todavía, y solo están disponibles como publicación previa, informa la revista Nature.
Las vacunas de refuerzo anteriores son igual de buenas
Se realizaron cuatro estudios en hámsteres, ratones y monos rhesus, con diferentes vacunas. Tres de ellos, con vacunas de ARN mensajero (ARNm).
Aunque el número total de animales de laboratorio fue pequeño, las vacunas más recientes contra ómicron "realmente no funcionan mejor que un refuerzo con una vacuna convencional", resumió, en entrevista con Nature, David Montefiori, director del Laboratorio de Investigación de Vacunas contra el Sida, de la Universidad Duke, en Carolina del Norte, EE. UU.
Estudio con monos se acerca más a la realidad de los humanos
El estudio probablemente más significativo se llevó a cabo con macacos o monos rhesus. Se acerca más a la realidad de la vida de las personas, porque tiene en cuenta que la mayoría de los seres humanos ya han sido vacunados varias veces. Los investigadores observaron más de cerca el efecto de una vacunación de refuerzo, es decir, la tercera vacunación. Además, el estudio se basó en vacunas que ya están aprobadas para seres humanos.
O sea, que los ocho monos rhesus ya habían sido vacunados dos veces con la conocida vacuna contra el COVID-19 de Moderna. Ahora, la mitad de ellos recibieron refuerzos con la misma vacuna, y la otra mitad recibió la nueva vacuna de ARNm contra ómicron. En comparación, ambos grupos formaron anticuerpos de acción igualmente amplia, que también son efectivos contra ómicron.
Glóbulos blancos, en posición contra ómicron
Adicionalmente, ambos grupos de prueba desarrollaron células de memoria de reacción cruzada. Estas células B especializadas, parte de los glóbulos blancos, son importantes para la construcción de la memoria inmunológica del organismo. Ellas mismas liberan anticuerpos y, por lo tanto, actúan contra una gran cantidad de variantes y, posiblemente, también contra otros coronavirus.
Dos estudios con ratones confirmaron esencialmente los resultados del estudio con primates. En uno de ellos también se compararon las vacunas de Moderna entre sí.
Dos estudios con vacunas de prueba
En los otros estudios con ratones, se empleó una vacuna de ARN diseñada específicamente contra la variante delta, que fue comparada con una vacuna contra la variante ómicron.
También ese estudio mostró un resultado similar, sin embargo, con una diferencia: que la vacuna contra ómicron ya no funcionaba tan bien contra las variantes anteriores.
Asimismo, un estudio mixto con ratones y hámsteres tuvo resultados diversos. En él, los investigadores no usaron vacunas de ARNm, sino las llamadas vacunas de ARN replicante, de la compañía HDT-Bio, de Seattle, Washington.
Aquí, los investigadores compararon una vacuna aún en desarrollo contra la variante original A.1, con una vacuna contra ómicron. Y resultó que, como en los otros estudios, en lo que respecta a las vacunas de refuerzo, no hay mucha diferencia en cuánto a qué vacuna reciben los animales. Sin embargo, en una sola dosis, la vacuna especial contra ómicron brindó una mejor protección.
El futuro de las vacunas contra ómicron sigue siendo incierto
Aunque los resultados de estos estudios son solo preliminares, indican que ya no vale la pena seguir desarrollando una vacuna especial contra ómicron para que sea aprobada en humanos.
Por un lado, la rápida propagación de la ola de ómicron ha superado incluso el desarrollo inusualmente rápido de la vacuna, y podría estancarse antes de que tal vacuna llegue a la fase clínica.
Por otro lado, las vacunas que ya han sido ensayadas y aprobadas también demostraron ser bastante efectivas contra ómicron. Como resultado, esta variante ya ha dejado de provocar el temor que había desatado a mediados de diciembre.
En estas circunstancias, es probable que la cuestión clave para las compañías farmacéuticas y los investigadores sea si no es más sensato observar primero el desarrollo de posibles variantes adicionales y, luego, de ser necesario, lanzar al mercado una nueva vacuna aún más efectiva. Después de todo, ya se dispone de buenos medios contra el peligro actual, relativamente leve, de ómicron.
(cp/rml)