España - Holanda: Final de ataque en Johannesburgo
10 de julio de 2010
España y Holanda, dotadas como pocos equipos, tendrán la responsabilidad de ofrecer, desde las 20:30 (hora de Europa central) de Johannesburgo un espectáculo que borre de la memoria tantas finales narcotizantes de los últimos Mundiales.
Soccer City, el hermoso estadio enclavado en Soweto, escenario clave en la lucha contra la segregación racial, respiraba envuelto en un halo de imponencia, casi latiendo desde su corazón africano con cientos de matices cromáticos reflejados en su estructura color terracota.
Si los estadios pensaran -los pulpos ya lo hacen-, Soccer City bien podría hacerse la pregunta: ¿Veré la final del fútbol total?
Quizás ni tanto ni tan poco. Holanda ya no es -ni puede ser- la de los '70 y su técnico, Bert van Marwijk no quiso revelar si afrontará el partido al ataque o a la defensiva, pero en la sangre de sus jugadores corre la fuerza de un país enamorado de la pelota y dispuesto a que en la tercera final llegue, por fin, el título nunca antes ganado.
España encanta con su fútbol
España, reina del juego de toque, velocidad y circulación, buscará confirmarse como la mejor del mundo, enterrar para siempre sus complejos y, de paso, ganar su primer Mundial. "Estamos ilusionados, esperanzados y emocionados por competir", dijo Xavi Hernández sentado junto a Iker Casillas y David Villa en la sala de prensa del Soccer City de Johannesburgo. "Es un momento histórico y vamos a disfrutarlo".
"Por lo menos yo, el cosquilleo en el estómago lo tengo", aseguró el portero del Real Madrid, quien sería el encargado de levantar la Copa del Mundo en caso de victoria. Pero el mismo cosquilleo se esconde en Giovanni van Bronckhorst, el veterano capitán holandés que disputará mañana su último partido internacional.
"He visto levantar muchos trofeos en finales. Maradona, Cafú, Dunga... Muy pocos jugadores tienen el privilegio de hacerlo. Sería fantástico, la primera vez", se entusiasmó. Mientras llega la final, los aficionados al fútbol miran hacia atrás y se entusiasman, porque Sudáfrica 2010 podría resarcirlos de finales insufribles como Italia 90, Estados Unidos 94 o Corea/Japón 2002.
¿Resucitará la "naranja mecánica"?
Aunque los españoles nieguen una y otra vez la comparación que se les plantea con el Brasil del '70, lo cierto es que su fútbol viene entusiasmando desde hace más de tres años. "Personalmente pienso que el fútbol que tiene España ahora no se parece mucho al de Brasil, por sus jugadores, sus formas", dijo el capitán de la selección española, Iker Casillas.
"El fútbol de España está asombrando sólo desde hace tres años y medio", añadió el arquero, mientras su compañero Xavi dijo ver en el choque de mañana "todos los ingredientes posibles para hacer una gran final".
"En la posesión estará, creo, la clave del partido", destacó. Brasil maravilló en la final de México 70 derrotando 4-1 a Italia. Alemania frenó a la "naranja mecánica" en el encuentro decisivo de 1974, mientras que Argentina batió en el alargue a la segunda versión "oranje" en 1978.
Alemania en España 82
Si los '70 fueron épicos, los '80 acercaron el "catenaccio" y el pragmatismo, aunque bendecidos por el fútbol de otra galaxia de Diego Maradona. Italia batió a Alemania en España 82 y Argentina a los mismos germanos cuatro años después en México.
Los '90 no mejoraron las cosas. Alemania se impuso a Argentina en un lamentable partido en Italia 90, en tanto que Brasil e Italia empeoraron las cosas para el tetracampeonato de los sudamericanos en Estados Unidos 94.
Francia batió a un Brasil sin Ronaldo y sin fuerza en la final de 1998. Cuatro años más tarde, los espectadores en Yokohama bostezaron más de una vez en el 2-0 de Brasil sobre Alemania para conquistar Corea/Japón 2002.
Alemania 2006 ofreció con penales, cabezazos y expulsiones emoción de sobra para el éxito de Italia sobre Francia. Pero fútbol, se vio poco. Y eso es, precisamente, lo que muchos creen que es posible en Soccer City: kilos, toneladas de buen fútbol que reivindiquen las finales de los Mundiales.
Españoles a jugar en Final el mejor fútbol de 2010
Aunque nerviosos y con emoción enfrentarán la cita "histórica" ante Holanda. "Estamos ilusionados, esperanzados y emocionados por competir", dijo hoy Xavi Hernández sentado junto a Iker Casillas y David Villa en la sala de prensa del Soccer City de Johannesburgo. "Es un momento histórico y vamos a disfrutarlo".
"Por lo menos yo, el cosquilleo en el estómago lo tengo", aseguró, por su parte, el portero del Real Madrid, quien sería el encargado de levantar la Copa del Mundo en caso de victoria. "Todo el mundo sueña desde pequeño con levantar ese trofeo. Pero tampoco lo pienso demasiado, es mejor centrarse en el partido", aseguró Casillas.
Los jugadores sienten los nervios cada vez de forma más intensa conforme se acerca el partido, que se disputará mañana a las 20:30, hora de Europa central. "Tengo ganas de jugar, ganas de que empiece el partido", admitió Villa, máximo goleador del torneo junto al holandés Wesley Sneijder con cinco tantos.
"Este es EL torneo"
Enfundados en el uniforme de la selección española, apenas unos minutos antes de saltar al césped de Soccer City para realizar el último entrenamiento antes de la gran final, los tres futbolistas españoles se mostraron conscientes de la trascendencia de la cita. "Este es EL torneo", aseguró Casillas. "Vamos a jugar un partido histórico", agregó Villa.
España es la gran favorita para el triunfo. Su fútbol maravilla por su compromiso con el buen trato de la pelota y su voluntad ofensiva hasta el punto de ser comparado con el del Brasil del 70.
"Ser campeones de Europa y llegar a la final de un campeonato del mundo en dos años quiere decir que las cosas se están haciendo bien", admitió Casillas. "Pero España está asombrando sólo desde hace tres años y medio".
Sin embargo, Xavi, gran favorito al título de mejor jugador del torneo si España se lleva la copa, espera que la final de mañana marque un cambio en el orden mundial del fútbol. "Quiero pensar que cambió a favor de España, ya nos toca", dijo. "España se lo merece".
dpa
Editor: José Ospina-Valencia