Escándalo Mundial 2006: lo que dice la prensa
4 de noviembre de 2015"En la adjudicación del Mundial, que se votó en el 2000, todo se realizó correctamente", dijo el presidente de la Federación Alemana de Fútbol (DFB), Wolfgang Niersbach, seis días después de que el semanario alemán Der Spiegel revelara que el comité alemán encargado de la candidatura para el Mundial de fútbol de 2006 habría pagado 6,7 millones de euros para comprar el voto de cuatro delegados asiáticos, miembros del Comité Ejecutivo de la FIFA.
Las informaciones publicadas por la revista provocaron un terremoto en el país. Muchos dirigentes de la Federación Alemana de Fútbol fueron señalados. Su honestidad y la de una de los figuras de la historia del fútbol alemán quedó en entredicho. Todo el país mira ahora hacia Franz Beckenbauer, el por entonces presidente del comité encargado de obtener la sede de la Copa del Mundo.
Como no podía ser de otra forma, la prensa europea se ha hecho eco de las noticias y ha publicado lo siguiente:
Die Welt
Los medios alemanes son, naturalmente, los que han seguido más de cerca el escándalo que sacude al deporte y, en especial, al fútbol del país. El día que se produjo el registro (03.11.2015), el diario Die Welt publicó un editorial titulado “Punto final a la prepotencia de la DFB” (Schlusspunkt unter die Selbstherrlichkeit des DFB), en el que criticaba la actitud desafiante de la Federación Alemana hacia la justicia. Según el periódico, la DFB creía que no tendría que atenerse a la ley.
Hoy mismo (04.11.2015), ha puesto en duda si el escándalo de la DFB podría afectar a la candidatura olímpica de Hamburgo para los Juegos de 2024.
Horas más tarde, el propio periódico publicaba una entrevista con una abogada de derecho económico especialista en derecho fiscal, que asegura que lo importante del caso no es la redada sufrida por la Federación, sino cuánto defraudaron la DFB y sus máximos responsables. En la entradilla del artículo, Die Welt asegura que el presidente de la Federación Alemana se tambalea y que debe temer una posible entrada en prisión, al igual que sucedió con el presidente del Bayern, Uli Hoeness.
El País
El diario español El País ha seguido de cerca la noticia y, en las últimas semanas, ha publicado varias informaciones firmadas por su corresponsal en Berlín, Enrique Müller.
El 17 de octubre, el periódico publicó un artículo en el que explicaba qué denunciaba exactamente el semanario alemán Der Spiegel.
Cinco días después, tras la rueda de prensa convocada por el presidente de la Federación Alemana de Fútbol, el diario resumió sus declaraciones y analizó qué decían otros medios –Bild, por ejemplo- sobre el caso.
El día 25 de octubre, con el título “Guerra sucia en el fútbol alemán”, el periódico más leído en España analizaba la situación en la que se encuentra actualmente la DFB, las descalificaciones del expresidente Zwanziger a su sucesor y destacaba el silencio guardado por Beckenbauer.
Ya el día 3 de noviembre, el corresponsal del diario detalló el registro llevado a cabo por decenas de agentes de la Fiscalía de Fránfort en la sede de la Federación Alemana.
The Guardian
El diario británico publicó hace un par de semanas un artículo en el que aseguraba que Theo Zwanziger acusó a su sucesor de mentir acerca de si conocía o no la existencia de sobornos. En el artículo titulado “Expresidente de la DFB dice que el fondo para sobornos ayudó a Alemania a ganar la (adjudicación) Copa del Mundo 2006” (Former DFB president says slush fund helped Germany win 2006 World Cup), The Guardian resume lo acaecido en el seno de la Federación Alemana de Fútbol.
Le Monde
También la prensa francesa ha seguido de cerca el escándalo futbolístico de sus vecinos. El 17 de octubre, cuando salió a la luz el escándalo anunciado por Der Spiegel, el diario galo Le Monde publicó un artículo titulado “Acusado de haber comprado ‘su‘ Mundial 2006, Alemania en estado de shock“ (Accusée d'avoir acheté « son » Mondial 2006, l'Allemagne sous le choc).
Un par de semanas después, el periódico francés recogía en su sección de deportes el registro sufrido por la DFB en su sede.