México presenta grandes rezagos educativos a pesar de que invierte más que otros países miembros de la OCDE, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico en ese rubro. Y a pesar de todo es la nación peor evaluada de ese organismo, según el más reciente informe de evaulaciones PISA. La baja calidad de la educación, sobre todo la púbilca, se debe a una mala gestión de recursos, especialmente en escuelas rurales. Se calcula que una cuarta parte de las instituciones educativas en México tiene importantes problemas de mantenimiento y conservación de las instalaciones, a lo que se suma la pobreza de sus estudiantes que en su mayoría dependen de los programas de alimentación cofinanciados por el gobierno. En las regiones más alejadas también es difícil reclutar a maestros que estén dispuestos a recibir el bajo salario que se les ofrece y además durante décadas los sindicatos magisteriales se han opuesto a reformar el sistema educativo que pretende mejorar la evaluación de los docentes y así mejorar el nivel educativo en las aulas. En parte porque muchas de las propuestas incluían métodos punitivos, pero también porque el gremio se ha negado a perder sus privilegios y ceder el control de plazas que hereda de generación en generación. Cobijados por la organización internacional "Teach for all” un grupo de jóvenes mexicanos consolidó el programa "Enseña por México”, una organización sin fines de lucro que pretende ayudar a combatir el problema. Con una beca de dos años egresados universitarios de diferentes carreras profesionales llegan a las escuelas más necesitadas del país para implementar innovadores programas de educación. Con métodos menos tradicionales contribuyen al desarrollo cognitivo y socioemocional d elos jóvenes y los motivan a seguir estudiando y asumir un liderazgo en sus comunidades, muchas de ellas indígenas. Con su nueva reforma educativa también el nuevo gobierno de Andrés Manuel López Obrador pretende mejorar el sistema, aunque sus críticos aseguran que el texto hace demasiadas concesiones a los sindicalistas. La educación en México, sin embargo, se enfrenta a múltiples retos: décadas de corrupción, regiones alejadas y muy marginadas, además de la inseguridad que sufren miles de jóvenes en su camino diario a la escuela.