Enno Haaks habla de Villa Baviera
4 de abril de 2010Después de años de persecución, Paul Schäfer fue capturado en Argentina, donde se había escondido tratando de evadir a la justicia chilena. Schäfer fundó junto a inmigrantes alemanes la Colonia Dignidad y lideró por décadas este enclave de 40.000 hectáreas ubicado en la zona de Parral, al sur de Chile. Desde el 2006 cumple condena en Chile por violación de los derechos humanos y abuso sexual de menores, entre otros delitos.
Los aproximadamente 300 habitantes que habitaban Colonia Dignidad, ahora llamada Villa Baviera, luchan con los fantasmas y experiencias traumáticas de su vida bajo el régimen represivo de Schäfer.
Un grupo de profesionales de Alemania y Chile se encargó de analizar el tenebroso pasado de los excolonos con el fin de impulsar un proceso de recuperación colectiva. Uno de ellos es el pastor alemán, Enno Haaks, quien vivió cuatro años y medio en Villa Baviera para brindar apoyo espiritual a sus habitantes. DW-World conversó con Enno Haaks, quien actualmente ocupa el cargo de secretario general de la Fundación Gustav Adolf Werk de Leipzig.
DW-World: ¿Cómo llegó a Villa Baviera y cuántos años trabajó con los excolonos?
Enno Haaks: La Embajada Alemana en Chile me invitó a integrarme al equipo de psiquiatras chileno alemanes junto con Niels Bidermann, su hija Karen Bidermann y la psicóloga alemana Susana Bauer. Los cuatro trabajamos con los colonos de Villa Baviera desde el 2004 hasta fines del 2009. Regresé a principios de enero del 2010 a Alemania.
¿Qué labor desempeñó en Villa Baviera?
Como cura y pastor atendía a la gente, conversaba con ellos sobre sus experiencias. Ofrecí también estudios bíblicos o charlas para hablar sobre su pasado. Siempre traté de manejar los temas de tal forma que pudieran abrirse más fácilmente. Asimismo festejé bautizos, funerales y un par de matrimonios.
¿Cuántos colonos quedan en Villa Baviera? ¿Qué edades tienen?
Ahora sólo quedan 150 y la mayoría son de edad avanzada y no pueden trabajar. Una parte de la población dejó la colonia y volvió a Alemania o se fue a otros lugares de Chile. Pero gran parte de ellos sigue viviendo en Villa Baviera.
¿Cómo fue la experiencia con los excolonos?
Al principio fue muy duro escuchar las historias de abusos y conocer sus heridas emocionales. Sin embargo lentamente me acostumbré, lo que me ayudó a poder trabajar con ellos. La experiencia con los habitantes de Villa Baviera fue muy satisfactoria para mí ya que aprendí mucho de ellos. Tuve la posibilidad de apoyar a un grupo muy especial de gente con experiencias indescriptibles.
¿Con qué secuelas o traumas luchan?
Lo más grave es que las experiencias del pasado los persiguen todavía en la actualidad. Lamentablemente eso frena el desarrollo sano de la personalidad, las heridas persisten. Algunas heridas son tan profundas que no se pueden borrar. Los que más sufrieron sin duda fueron los habitantes que tienen ahora de 30 a 55 años de edad. Los hombres fueron los que más sufrieron. Abusaron de ellos sexualmente desde que tenían 7 u 8 años y hasta cumplir los 25. Recibieron palizas fuertes por parte de los seguidores de Schäfer o bien fueron torturados con descargas eléctricas y se les suministro psicofármacos en el hospital de la colonia. Los más ancianos en todo caso, son responsables pues colaboraron con Paul Schäfer. Ellos dirigieron su comunidad de forma extraña, violenta y terrible. No descubro nada positivo en Paul Schäfer.
¿Se pueden reinsertar en la sociedad?
Es posible a pesar de todos los daños psicológicos y traumas con los que quedaron. No existe otra posibilidad. Hay que insertarse en la sociedad y los excolonos buscan la manera de hacerlo. Es el caso de una mujer que intenta impulsar en Villa Baviera un proyecto hotelero y un restaurante. Ofrece buena comida y un excelente servicio. Sin embargo es complicado insertarse pues la situación económica es insegura y afecta a todos por igual.
¿Qué sucederá con los habitantes de Villa Baviera?
Hay que escucharlos y ofrecerles una vida normal. Lo más sano para las familias es abandonar lo antes posible el lugar porque alguien que sufrió maltratos en el enclave se confronta siempre con los lugares donde fue maltratado. Sin embargo a la vez es complicado para los habitantes iniciar una nueva vida en otra ciudad porque no están acostumbrados a otras realidades. Me tocó ver casos insólitos como el de una mujer adulta que recién comenzaba a vivir su pubertad. El ser humano intenta vivir dignamente, pero hay que pasar por las distintas etapas de maduración y si no fue posible vivir adecuadamente la pubertad en su momento se arrastra irremediablemente consecuencias para el futuro.
¿Cuál es la mayor preocupación de los colonos?
Sobrevivir económicamente. En estos momentos eso es lo que más les preocupa, ya que no están asegurados económicamente a pesar de haber trabajado muchos años. Pero no recibían un sueldo, todo el dinero era para Schäfer.
¿Los excolonos tienen un nuevo representante?
Ese es un tema delicado. Puesto que sufrieron una dictadura durante tantos años aceptar a un representante de sus mismas filas es casi imposible.
Autora: Pamela Schulz
Editora: Claudia Herrera Pahl