Encuentran al "topo dorado" por primera vez en 87 años
6 de diciembre de 2023El topo dorado de De Winton (Cryptochloris wintoni) se temió extinto durante casi un siglo. Los científicos, no obstante, los han redescubierto en la costa occidental de Sudáfrica por primera vez desde 1936 gracias a la ayuda de Lassie, una border collie rastreadora.
"Para mí, lo sorprendente es que haya estado ahí todo este tiempo y nadie lo supiera", afirma Jean Pierre Le Roux, del Departamento de Asuntos Medioambientales de Sudáfrica. "Ahora por fin lo sabemos", señala en la investigación publicada en Biodiversity and Conservation.
Estos topos ciegos son tan escurridizos porque no sólo pasan la mayor parte de su vida bajo tierra, sino que su forma de nadar por la arena apenas deja rastro.
Su pelaje brilla con aceites especiales que lubrican su camino a medida que los pequeños mamíferos se abren paso bajo los diez centímetros de arena que los mantienen frescos durante los calurosos días del desierto. Tampoco salen nunca a beber agua, solo salen para buscar comida durante la noche.
"La búsqueda del topo dorado de De Winton no fue fácil en absoluto", señala la bióloga conservacionista Christina Biggs, de Re:wild, organización que aportó parte de la financiación para el hallazgo, señala el portal Science Alert. "Ahora es posible proteger las zonas donde viven estos topos tan amenazados y raros", señala.
Jessie en busca de ADN
Para encontrarlo, la genetista conservacionista de la Universidad de Stellenbosch Samantha Mynhardt y sus colegas recurrieron al ADN ambiental.
"Extraer ADN del suelo no está exento de dificultades", explica Mynhardt. "Pero hemos estado perfeccionando nuestras habilidades y refinando nuestras técnicas -incluso antes de este proyecto- y estábamos bastante seguros de que si el topo dorado de De Winton estaba en el medio ambiente, podríamos detectarlo encontrando y secuenciando su ADN".
Para acotar el campo, los investigadores contrataron a una perra border collie rastreadora llamada Jessie. A falta de una muestra de olor para orientar a Jessie, el equipo recurrió a un proceso de eliminación, entrenando al perro para que olfateara otras tres especies conocidas de topos de la zona.
Algunas de las huellas y madrigueras de topo encontradas que Jessie no pudo identificar, sugerían que pertenecían a una especie que nunca antes había olfateado. Juntos, el equipo recogió más de 100 muestras de suelo junto con todo tipo de ADN que contenía pelo, piel y heces de cualquier animal que hubiera deambulado por la zona.
Para alegría de los investigadores, el ADN electrónico de estas muestras sugiere que existe una población de topo dorado de De Winton desde Lambert's Bay hacia el norte hasta Port Nolloth; una distancia de unos 450 kilómetros.
Los peculiares topos dorados
Los topos dorados están más emparentados con los osos hormigueros y las vacas marinas. Tienen huesos auriculares únicos que les ayudan a oír mejor a través de la arena y compensan su falta de vista.
Se alimentan de gusanos, insectos y a veces pequeños reptiles, y ayudan a mantener la salud del suelo removiéndolo y fertilizándolo. Las actividades mineras, agrícolas y de desarrollo residencial suponen una amenaza para estos raros animales.
"No sólo hemos resuelto el enigma, sino que nos hemos adentrado en la frontera del ADN electrónico, donde hay muchas oportunidades, no sólo para los topos, sino también para otras especies perdidas o en peligro", concluye Cobus Theron, responsable de conservación.
ee (Science Alert, CBC)