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En Alemania, jóvenes europeos encuentran "el trabajo de su vida"

Laura Döing, Gaby Reucher / Israel Ayala 29 de agosto de 2013

El programa “The job of my Life” ofrece a jóvenes de la Unión Europea una oportunidad para realizar una formación profesional en Alemania. El programa intenta paliar el problema del desempleo en sus países de origen.

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Un practicante español en Alemania.
Un practicante español en Alemania.Imagen: picture-alliance/dpa

Un inexperimentado trabajador de la construcción, Byron Javier Sigcha Patango, trata de colocar la mezcla de cemento en la pared de un edificio recién construido. Con la práctica, su trabajo se perfecciona cada vez más. “Lo que estoy haciendo no me parece difícil”, dice en español Byron, puesto que su nivel de alemán todavía no es muy bueno. Byron comenzó a estudiar ingeniería civil en España, pero dejó sus estudios y comenzó a trabajar en un centro de llamadas.

Byron es uno de los cientos de estudiantes que el gobierno alemán apoya gracias a la iniciativa “The Job of my Life”. Este programa permite a jóvenes europeos realizar una capacitación profesional en Alemania. Desde febrero de este año se han beneficiado muchos jóvenes provenientes de los países económicamente más débiles de la Unión Europea. Los jóvenes pueden seguir una de las más de 350 capacitaciones que se ofrecen. El proyecto es una iniciativa para promover la movilidad de jóvenes profesionales desempleados e interesados en obtener una formación. En el programa colaboran distintas instituciones de los países miembros de la Unión Europa, entre ellas las Oficinas de Empleo de cada país.

El programa "The Job of my life" busca atraer talentos del Sur de Europa.
El programa "The Job of my Life" busca atraer talentos del Sur de Europa.Imagen: Bundesagentur für Arbeit

140 millones de euros para la movilidad

El gobierno alemán ha destinado unos 140 millones de euros para este programa. Y esto hasta el año 2016. Byron recibe este tipo de apoyos. El gobierno alemán paga los viáticos de sus entrevistas y financia también sus cursos de alemán. Durante su formación en Alemania, reciben igualmente una ayuda para gastos de subsistencia.

Antes de comenzar su formación, Byron hace una pasantía. Esto le ayuda a confirmar que el oficio que ha escogido es el correcto. También le permite saber con certeza si es que quiere dedicarse a eso durante los próximos tres años. El jefe de Byron, el maestro Sebastian Koppers, dice con confianza: “Si Byron decide quedarse en Alemania, nos gustaría que pudiera completar su primer año de formación con nosotros”.

Un programa controvertido

El gobierno alemán ofrece estas oportunidades a jóvenes europeos. En Alemania, más de 33.000 puestos de capacitación profesional quedaron sin ocuparse. Esto se debe en parte a la baja tasa de natalidad alemana y, por otro lado, también al hecho de que la sociedad pide a los postulantes ciertas habilidades concretas. Alemania cuenta con una tasa de desempleo del 7,6%. Una tasa baja si se compara con otros países del continente. Algo que Byron conoce bien. En su país, España, más de la mitad de los jóvenes menores de 25 años están desempleados. En Grecia hay todavía más: un 58,7%.

Así que parece lógico que se busquen talentos de países en donde la tasa de desempleo no es baja. Pero esto ha generado controversia. Los sindicatos temen que muchos jóvenes alemanes que buscan una capacitación, pero que no están lo suficientemente cualificados, se queden en el camino.

Un problema para los inmigrantes es el idioma.
Un problema para los inmigrantes es el idioma.Imagen: picture-alliance/dpa

Talento extranjero, “esencial para Alemania”

Dominik Ziller, un experto en migración de la Agencia de Cooperación Alemana (GIZ, Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit) señala que la contratación y formación de trabajadores extranjeros es esencial para que Alemania pueda mantener su nivel de prosperidad. "En 2015 perderemos seis millones de personas más del mercado laboral”. Incluso si se utilizara todo el talento alemán disponible, se necesitarían anualmente entre 300.000 y 400.000 inmigrantes”, analiza Ziller. En este ámbito Alemania compite con otros países industrializados y tendría que ofrecer incentivos para que los trabajadores extranjeros quieran quedarse aquí.

No se sabe todavía si los jóvenes de Europa del Sur se quedarán en Alemania. Lo que sí es cierto es que el problema más grande es el idioma. Un buen conocimiento de la lengua alemana, sobre todo cuando se trabaja en empresas pequeñas, es siempre importante. Byron todavía tiene algunos problemas al respecto. “Por el momento, termino mi pasantía y luego aprendo alemán”, dice. Una vez que haya mejorado el idioma, terminado su formación y encontrado un trabajo, podría tal vez quedarse en Alemania.