El que gana pone las reglas
9 de mayo de 2003El proyecto de resolución de ocho páginas, respaldado por el Reino Unido y España, establece el levantamiento de las sanciones que el Consejo de Seguridad impuso a Irak tras la invasión de Kuwait en 1990, con excepción del embargo de armamento, y parte de un período de ocupación de tropas aliadas en Irak de por lo menos un año de duración. Después de varias horas de deliberaciones a puerta cerrada, Francia y Alemania afirmaron que es necesario aclarar algunos puntos antes de la votación que se espera el 3 de junio, pero no amenazaron con un veto como lo hicieron cuando Estados Unidos intentó obtener la autorización de la ONU para invadir Irak.
La ONU a segundo plano
El documento relega de facto a las Naciones Unidas y a organismos multilaterales a un papel de supervisión y auditoría en el uso de los recursos petroleros de Irak, mientras que Estados Unidos y el Reino Unido deciden como gastar los fondos para atender las necesidades de reconstrucción y de ayuda humanitaria. Por lo pronto tres de los 15 votos son ya seguros, es probable que se sume el voto de Bulgaria. No así de Rusia, que advirtió que sólo apoyaría el levantamiento de las sanciones si los inspectores de la ONU vuelven a Irak para verificar la ausencia de armas de destrucción masiva, según lo estipula las resoluciones del Consejo.
Sin embargo, el borrador ni siquiera aborda este punto ya que Washington no es partidario de que los inspectores de la ONU regresen a Irak. Estados Unidos intentará recabar el máximo apoyo posible entre los miembros del Consejo y argumenta que las tareas de verificación las están realizando el personal enviado por las fuerzas aliadas.
Legitimación a ‘posteriori’
El documento es considerado agresivo por algunos diplomáticos pues daría legitimidad a la presencia de las fuerzas estadounidenses y de los aliados en suelo iraquí, a las que el texto alude como ‘la autoridad’. El plan estadounidense prevé la desaparición paulatina del programa humanitario ‘Petróleo por Alimentos’, que en los últimos siete años ha permitido a la ONU gestionar las exportaciones de crudo iraquí y obtener con estos ingresos bienes de primera necesidad para la población. En cuanto fuera aprobada la resolución, las exportaciones de petróleo se harían conforme a las prácticas del mercado internacional. Francia exteriorizó dudas sobre el mecanismo bajo el cual el Consejo de Seguridad supervisará el proceso.
La propuesta apoya el establecimiento de un Gobierno interino en Irak y asigna a las Naciones Unidas el papel ‘vital’ de trabajar con los aliados en la constitución de esta administración. Para tal efecto, el secretario general de la ONU, Kofi Annan, nombraría un coordinador especial que colabore con las fuerzas de ocupación durante el período de reconstrucción, así como en las labores de ayuda humanitaria.