El Pacto de Estabilidad a prueba
8 de marzo de 2005El diario francés La Liberté de l'Est escribe: " En el debate sobre el Pacto de Estabilidad Francia, Alemania e Italia persiguen la estrategia común de flexibilizar las reglas. Sin embargo, sólo existe una y esa es clarísima. El déficit de los países miembros no debe superar el nivel de tres por ciento del producto interior bruto. Las demandas de clemencia irritan por lo tanto a aquellos países que respetan la regla. Tienen la impresión de que la pareja franco-germana interpreta el Pacto como le da la gana y no se preocupa más por los intereses comunes de la Unión Europea."
Un agujero sin fondo
El periódico austriaco Kurier anota: "Más de alguien empieza a tener compasión con el gobierno en Berlín al verlo correr de una reforma a otra sin que nada se mueva. Los gastos presupuestarios y el desempleo crecen sin cesar. Cualquier medida sería oportuna para ayudar a Alemania a recuperar el control sobre su desastre político-económico. Por otra parte, una carta blanca para la transferencia de fondos al este del país podría provocar todo lo contrario. Sustentaría artificialmente un sistema que ya comprobó ser un agujero sin fondo. Y, además, no sería justo. Muchos países del este europeo y hoy miembros de la UE tuvieron que lograr su reconstrucción sin la ayuda de un gran hermano, por su propia fuerza. Sus reformas fueron al fin y al cabo exitosas porque no fueron subvencionadas sino guiadas por la lógica del mercado."
Mal servicio al país
El diario alemán Süddeutsche Zeitung escribe: "El Pacto es maravilloso. Originalmente se había creado pensado en los Italianos, españoles y griegos. ¡Qué barbaridad querer emplearlo ahora para los alemanes! Así es como algunos en el gobierno alemán parecen pensar cuando se trata de las reglas que se establecieron para garantizar la estabilidad del euro. Fueron precisamente los alemanes quienes impusieron el Pacto de Estabilidad contra todas las resistencias en Europa. La política fue: cuanto más duro, tanto mejor.
Ahora son los alemanes los que están impacientes por ablandar las reglas establecidas. Según las últimas declaraciones del primer ministro de Luxemburgo y presidente de turno de la UE, Jean-Claude Juncker, el gobierno alemán parece tener éxito en su propósito de flexibilizar dichas reglas. ¿Le habrá hecho un buen servicio al país?"