El Gurí: abandono en la infancia
10 de febrero de 2015La expresión melancólica de Maximiliano García, en el papel de Gonzalo, transmite el profundo dolor de un niño que no pierde la esperanza de que su madre vuelva. La cinta rodada en la provincia argentina, concretamente en Victoria entre Ríos, lleva al espectador a un mundo rural en donde vive Gonzalo con su abuela, muy débil para hacerse cargo de ella misma y menos aún para atender a su hermana, una bebé. Su madre se fue y Gonzalo cree que volverá pronto.
El cuarto largometraje de Sergio Mazza (Buenos Aires, 1976), fue seleccionado en la sección Generation 14PLUS, de la Berlinale, para un público adolescente. Es un tema autobiográfico del pintor y cineasta. “La película tiene que ver con mi infancia, con la muerte de mi padre, cuando quedé en un estado de orfandad”, explica. Al igual que el personaje estelar de su cinta, Sergio Mazza se quedó viviendo con su abuela, una situación de angustia constante para él. “Si se muere un padre, mas fácil es que se muera una abuela, de hecho la abuela en la película es mi abuela, quien me crió”.
Gonzalo es un niño de diez años que ha dejado de ir a la escuela para hacerse cargo de su hermana. Se lo ve llevándola de paseo en su carriola. Es un niño de pocas palabras que parece ensimismado en su dolor. “Maxi tuvo una infancia muy dura, con heridas parecidas a las que yo sufrí. Cuando hice el casting en el que participaron más de 120 niños, me percaté de que era el que mejor posibilidades tenía de asumir ese dolor”, afirma Mazza.
Llegada accidental
Una joven mujer llamada Lorena (Sofía Gala), atropella a un perro al cruzar el pueblo y se queda varada pues el coche no puede caminar más. Su breve estancia alberga la esperanza en el niño de que tal vez se quede con ellos, o por lo menos que se haga cargo de su hermana. “A lo largo de la película tiene que caer en cuenta de que la madre no va a volver”, destaca Mezza.
“Es tan profundo el amor que siente uno por los padres, que piensa uno en ellos por el resto de la vida. Yo tengo 38 años y esta película la hice con 36 y pensé tanto en mi padre que le escribí un guión y le hice una película”, recordó el cineasta. Mezza señala que ni siquiera sabe que habría dicho su padre, no lo conoció. “A los siete se enfermó de cáncer, a los 9 lo dejé de ver. No pude conocer su esencia como ser humano”.
El niño actor Maximiliano García dice sentirse cansado pero contento de estar en Berlín. Se siente orgulloso de su primera película y cree que ningún niño de su edad puede eximirse de una responsabilidad como la de su personaje. “Al que le toca, le toca”, dice escueto.
Primera actuación
“Maxi tiene la fortuna de convertirse en un niño actor, con una primera actuación que se estrena en el festival de Berlín. Él desea ser actor, me lo ha dicho muchas veces. Pero también enfrenta el desafío de la distancia, porque la mayoría de los castings son en Buenos Aires, ahí tendría que ir para pelear su futuro”, subraya Mazza.
El cineasta concluye haciendo un balance sobre el momento en el que se encuentra el cine argentino. “Tenemos un Instituto de Cine que es ejemplar, una ley de cine que hace de nuestro séptimo arte un vergel constante de directores, ideas, guiones, estéticas y esas posibilidades las abre el Estado que apuesta por el cine y la cultura".