El capital riesgo descubre la medicina reproductiva española
13 de enero de 2022
El 40% de las inseminaciones artificiales en la UE se realizan ya en España, según la Sociedad Española de Fertilidad (SEF). A partir de los 35 años, la fertilidad de las mujeres disminuye considerablemente. Sin embargo, cada vez son más las mujeres españolas que no quieren tener hijos hasta que tengan seguridad económica. El mercado sanitario se ha adaptado a ello. Según cifras oficiales, el nueve por ciento de los nacimientos en España son ya fruto de tratamientos de fertilidad, que suelen ser más baratos en España que en Alemania, por ejemplo. Esto hizo que los fondos de inversión entraran en el plan de crecimiento del negocio.
Negocio para fondos de inversión
En 2023, Allied Market Research un volumen de negocios mundial del sector de 27.500 millones de euros y un crecimiento anual del nueve por ciento. Algunos expertos prevén incluso un diez por ciento. En España hay ya casi 300 clínicas especializadas en inseminación artificial. También están surgiendo empresas, como la start-up Woom, que ayuda a las mujeres a medir su fertilidad a través de una aplicación.
Ya en 2020, la alemana Fresenius adquirió el Grupo Eugin, con una red mundial de clínicas de reproducción y una facturación anual de unos 160 millones de euros. El año pasado, la cadena de clínicas española GeneraLife fue vendida al inversor estadounidense KKR por 400 millones de euros. Actualmente, IVIRMA Global, que ya es una fusión entre el reconocido instituto de fertilidad IVI Valencia y la estadounidense RMA, está en venta por un valor estimado de unos 1.800 millones de euros. Inversores como CVC, Advent y Cinven compiten por la oferta.
Cada vez hay menos partos naturales en España
La infertilidad es un problema mundial, pero en España las mujeres son las que menos hijos tienen en promedio, en comparación con otros países europeos, según la SEF. Mientras que en 1980 las mujeres españolas tenían 2,6 hijos de media, hoy solo tienen 1,3.
Los estándares tecnológicos y la experiencia de los españoles en el campo de la medicina reproductiva son altos. Las posibilidades técnicas superan los límites legales de muchos otros países de la UE.
Un bebé en las vacaciones
En España, los solteros y los homosexuales también pueden hacer realidad su deseo de tener hijos. Desde hace años, esto también atrae a numerosas personas de Alemania que quieren tener hijos. En ciudades como Barcelona y Alicante, donde tiene su sede el Grupo UR, una de las mayores empresas del sector, se ha desarrollado un auténtico "turismo de bebés". Los hoteles y otros proveedores de servicios se han adaptado a este tipo de veraneantes con ofertas especiales.
Las clínicas suelen ayudar a las parejas a planificar su estancia y tienen colaboraciones con cadenas hoteleras. El IVI Valencia no solo ofrece un servicio de asesoramiento en alemán, sino que, como muchos otros competidores, también cuenta con médicos alemanes que pueden realizar tratamientos con óvulos y embriones donados en España. En España también se permite el análisis de enfermedades hereditarias de los óvulos fecundados antes de la implantación.
La inseminación artificial cuesta entre 1.000 y 10.000 euros. Para las mujeres más jóvenes que viven en España con problemas de fertilidad, el Estado ofrece ahora incluso ayudas para aumentar la natalidad.
La inseminación artificial está socialmente aceptada en España
El país también es atractivo para los inversores y las personas sin hijos, porque aquí no se estigmatiza a las personas que buscan la inseminación artificial. Hay poco debate social sobre la ética de la donación de óvulos o embriones, aunque la televisión española ya ha emitido algunos reportajes críticos sobre el negocio de la donación de esperma, óvulos y embriones y las universidades también critican algunos métodos en este ámbito. Asimismo, a los representantes de la Iglesia no les gusta el negocio con la vida. Pero en general, la inseminación artificial es simplemente un tratamiento médico para muchos españoles.
(gg/er)