El arma secreta de Sudáfrica: la vuvuzela
10 de junio de 2010El equipo sudafricano lleva 12 partidos sin perder, pero su entrenador, Carlos Parreira, espera contar con algo más que las habilidades de sus hombres para el partido inaugural que disputan contra México. "Tiene que haber ruido, tanto como sea posible", insistió varias veces. El brasileño se ríe cada vez que escucha críticas al ruido ensordecedor que emiten las populares vuvuzelas. Para Parreira, la modesta Sudáfrica, número 83 en el ranking de la FIFA, tiene derecho a buscar en las tribunas a su "jugador número 12".
"Decenas de miles de vuvuzelas dejarán hechos un flan a los - normalmente inconmovibles- mexicanos", escribe el diario "Times". "La verdadera ventaja de los 'Bafana Bafana' vendrá de las vuvuzelas". Y en esto coinciden muchos sudafricanos. La FIFA, por el momento, descarta prohibirlas.
Vuvuzelas peligrosas
Las críticas contra las vuvuzelas son, hasta ahora, más bien moderadas. Nadie quiere herir el orgullo del anfitrión. Pero al mismo tiempo ya no se discute que la corneta puede representar un riesgo a la salud con su bramido de hasta 123 decibeles.
"Exponerse más de 15 minutos a un ruido de más de 100 decibeles puede dañar la audición", advierten los expertos. En países como Alemania, la legislación prohíbe que un trabajador desempeñe sus tareas con un ruido de más de 95 decibeles sin protección. E incluso con ella sólo puede hacerlo por un máximo de una hora.
Prohibiciones germanas
Estas consideraciones han llevado a varias ciudades alemanas a prohibir el uso de las cornetas en los lugares previstos para que las masas de hinchas vean los partidos. “De otra manera no podríamos cumplir las disposiciones sobre la protección contra el ruido”, indica por ejemplo uno de los organizadores de un evento en el barrio hamburgués de St. Pauli. “El barrio explotaría si 40 mil hinchas tocaran sus cornetas”, afirmó, pidiendo la comprensión del público.
Las vuvuzelas también han sido prohibidas en el Estadio Olímpico y la Avenida del 17 de Junio en Berlín. Algo similar ocurre en otros lugares, como Hannover o Nuremberg. En Múnich, en cambio, las cornetas están permitidas, al igual que en el estadio de Düsseldorf, donde de todas formas se han tomado algunas precauciones: allí se distribuirán gratuitamente tapones para los oídos. (dpa)