EE. UU.: “El problema es de los republicanos”
1 de octubre de 2013DW: ¿Lo sorprende que los políticos en EE. UU. no se hayan puesto de acuerdo sobre el presupuesto?
James Davis: No estoy sorprendido, porque los últimos días quedó claro que aquellos republicanos a los que el senador republicano John McCain calificó de “pájaros locos” –es decir, el ala derecha del partido– no están dispuestos a compromiso alguno. Creen que pueden anular la reforma del sistema de salud, que ya es ley, por medio de esta disputa por el presupuesto. Y en ese punto, el presidente no está dispuesto a hacer ninguna concesión.
¿Son entonces los republicanos los que tienen la culpa?
En efecto, el problema es de los republicanos. El partido está escindido. Existe un ala radical, el movimiento Tea Party, que en realidad rechaza a los propios líderes del partido. El portavoz republicano en la Cámara de Representantes, John Boehner, tiene temor de hacer su trabajo y no está dispuesto por ello a presentar los proyectos de ley del Senado en su Cámara. Hay que tener en cuenta que probablemente serían aprobados, ya que los demócratas votarían a favor y hay suficientes republicanos moderados que también lo harían, para que el Gobierno pudiera seguir trabajando.
¿Qué significa concretamente el “shutdown” para los funcionarios y los ciudadanos?
800.000 funcionarios deberán quedarse en casa. Muchas oficinas serán cerradas. Muchos servicios dejarán de funcionar, salvo los esenciales. Ello no afectará a las fuerzas armadas, pero el ciudadano sí lo notará en la vida cotidiana, en el momento en que no le lleguen determinados pagos o cuando en los hospitales no reciba la atención tan rápidamente como de costumbre. Los efectos se van a sentir y creo que eso es lo que el presidente Obama quiere, sencillamente que el ciudadano entienda para qué se usan sus impuestos y que los republicanos están locos, porque no se puede financiar un Estado sin dinero.
¿Qué significaría un colapso del presupuesto estadounidense para el mundo?
Es un mensaje muy negativo. El mundo mira hacia Estados Unidos y se pregunta: ¿qué clase de país es ese? Al fin y al cabo predica democracia en todo el mundo y quiere asumir un papel líder, pero no está en condiciones de poner en orden los asuntos en su propia casa.
¿Tiene ello alguna consecuencia para la política exterior y de seguridad de Estados Unidos?
A las instalaciones militares no las afectará, pero seguramente las embajadas y lo consulados se verán afectados. Cuando sucedió algo similar hace casi 20 años, siete millones de solicitudes de visados no pudieron ser procesadas a tiempo, lo que afectó naturalmente a otros tantos turistas y hombres de negocios.
¿Cómo seguirá la disputa?
Creo que en algún momento los republicanos capitularán. Estimo que seguirán la pulseada un par de días, pero pronto Boehner reconocerá que esto no puede seguir así. Quizás le cueste el puesto como líder del partido, pero eso le haría bien al país.
James Davis es director del Instituto de Politología y profesor de Política Internacional en la Universidad de St. Gallen, Suiza.