Dortmund: el adolescente está madurando
22 de agosto de 2015
El Dortmund no solo empezó con pie derecho en la Bundesliga (4-0 sobre el Gladbach), sino que también impresionó con su nueva interpretación del fútbol tanto a su propia afición como al resto de observadores del fútbol alemán.
De la constante crisis que caracterizó al equipo durante la temporada pasada no quedó ninguna huella. El equipo luce diferente pese a que la plantilla es prácticamente la misma del campeonato anterior. Aún así, hay una gran distancia entre el fútbol que se practicaba bajo Jürgen Klopp y el que presentó el nuevo entrenador, Thomas Tuchel. Este, sin embargo, fue muy claro en advertir: “Sin el trabajo de mi antecesor no hubiera sido posible ningún progreso. No es correcto convertir el actual buen rendimiento del equipo en una velada crítica a Klopp”.
Tuchel tiene razón al recalcar la importancia de haber podido empezar a construir su propio equipo usando los fundamentos de una edificación futbolística en la que Klopp trabajó piedra a piedra durante siete años. De otro lado, si bien el Dortmund conserva conocidos elementos, ahora los usa de una manera distinta.
La idea del juego sigue siendo la misma. El Dortmund vela con cuidado por su identidad, el fútbol ofensivo a partir de los cambios de ritmo son todavía su sello particular. Solo que la relación que el equipo tiene con el balón ahora es otra. Mientras el Dortmund de Klopp sonaba como una canción de rock a alto volumen que invitaba a los jugadores a moverse de forma acelerada, briosa y fogosa, el de Tuchel responde a melodías de música fusión en los que se manejan diferentes tiempos. El equipo de antes tenía mucha percusión y guitarra eléctrica. El actual le ha agregado la sutileza de los violines, el piano y el xilófono.
Las claves del cambio
El desbocado Dortmund al que se acostumbró la afición internacional está aprendiendo a hacer pausas. El equipo que antes se lanzaba con furia en dirección al arco rival tan pronto recuperaba la pelota, ahora se toma un respiro, levanta la cabeza y empieza caminando para luego apretar la marcha elevando explosivamente la velocidad.
Estas nuevas características fueron las que le permitieron tener un debut perfecto en la Bundesliga. “La derrota fue clara y merecida, Dortmund fue demasiado rápido para nosotros” explicó el entrenador del Gladbach, Lucien Favre, el 0-4 que encajó su equipo, cuyo arquero, Yann Sommer, apuntó “el Dortmund jugó un excelente fútbol, pudieron incluso marcarnos más goles”.
No es casualidad que en esta remozada versión del Dortmund que presenta Thomas Tuchel haya dos jugadores que se han convertido en clave del equipo. El primero es el armenio Henrich Mchitarjan, un futbolista más cercano a la sobriedad que al desenfreno, lo que se interpuso en su objetivo de brillar bajo Jürgen Klopp.
El segundo es simbólico para el proceso que atraviesa el Dortmund de la adolescencia a la madurez. El juvenil de 19 años Julian Weigl, un futbolista pleno de energía pero decidido a conservar la cabeza fría, tal y como su equipo procura presentarse esta temporada.