Denuncias contra consorcios tecnológicos: ¿cambiarán algo?
5 de noviembre de 2021La denunciante Frances Haugen dice que odia tanto la atención que dejó de celebrar fiestas de cumpleaños hace años. Nunca quiso que el mundo conociera su nombre. Y la idea de hablar ante miles de personas le produce ansiedad. Aún así, la científica de datos decidió renunciar a su anonimato para denunciar las irregularidades del gigante tecnológico Facebook, según explicó a unos 20.000 visitantes durante la noche de apertura de la conferencia tecnológica WebSummit, celebrada estos días en Lisboa.
"Me enteré de cosas que, en mi opinión, ponen vidas en peligro", dijo Haugen, describiendo cómo durante los casi dos años que trabajó en la compañía, vio cómo la plataformapriorizaba repetidamente el contenido que genera divisiones porque era más rentable.
Meta, como ahora se llama la casa matriz de Facebook, ha rechazado sus acusaciones, argumentando que los miles de documentos internos que desveló dan una imagen falsa de su funcionamiento interno. Pero las revelaciones han sometido a la empresa a uno de los escrutinios más intensos de sus 16 años de historia, y han provocado nuevos llamamientos para regular mejor la industria tecnológica.
La cuestión ahora es si esos llamamientos conducirán a un cambio duradero, y eso no dependerá de los denunciantes sino de los responsables políticos, advirtió el abogado de Haugen. "Una vez que esas revelaciones salen a la luz, el trabajo de la Justicia es esclarecer los hechos y penalizar a los responsables", dijo a DW, al margen de la WebSummit, John Tye, fundador de la ONG Whistleblower Aid, con sede en Washington.
Denuncias que se desvanecen sin mayor impacto legal
Haugen es la última de una serie de trabajadores que han denunciado irregularidades en el sector tecnológico, a pesar de los riesgos que conlleva enfrentarse a empresas multimillonarias y de la posibilidad de entrar en una lista de indeseables en un sector en el que la gente se conoce.
Entre ellos están: Timnit Gebru, antiguo investigador de ética de la IA en Google; Emily Cunningham y Maren Costa, anteriormente empleadas de Amazon; y el antiguo contratista de Apple Thomas Le Bonniec. Su creciente número le hace pensar a algunos observadores que esta es una nueva "era de las denuncias tecnológicas".
Pero, aunque sus revelaciones han suscitado, en distintos grados, la atención más allá del mundo de la tecnología, la mayoría se ha desvanecido sin tener un impacto legal significativo. El abogado de Frances Haugen, Tye, que en 2014 reveló las prácticas de vigilancia electrónica del Departamento de Estado de Estados Unidos, advierte que antes de que se aprueben nuevas leyes, es necesario que el público en general y los responsables políticos comprendan mejor los problemas.
El caso de Cambridge Analytica
Otra persona de la industria tecnológica que aún tienen un par de cosas por contar es Brittany Kaiser. En 2018, Kaiser publicó documentos que revelaban cómo su antiguo empleador, la consultora Cambridge Analytica, había recolectado la información de millones de usuarios de Facebook para influir en elecciones desde Trinidad y Tobago hasta Estados Unidos.
La revelación desató el furor, con responsables políticos de todo el mundo exigiendo el fin de ese modelo de negocio. Pero tres años y medio después, empresas de todo el mundo siguen utilizando estrategias similares para elaborar perfiles de usuarios de redes sociales e influir en sus decisiones de voto.
"Ahora hay cientos de Cambridge Analyticas", dice Kaiser a DW. Y, sin embargo, está convencida de que sus revelaciones han contribuido a llamar la atención sobre la privacidad en línea y la protección de datos. "Lo volvería a hacer, pero lo haría antes", concluye.
Sin escándalos, no hay regulación
Años después de que las revelaciones de Kaiser revelaran cómo se perfilan los votantes en Internet, hay indicios de que el cambio está llegando. En declaraciones a periodistas durante la WebSummit, la vicepresidenta de la Comisión Europea, Vera Jourová, anunció que, a finales de noviembre, la UE hará público un proyecto de ley para introducir normas más estrictas para la publicidad política en línea.
"Si no fuera por las denuncias contra Cambridge Analytica, no podríamos convencer a la gente de que la regulación es necesaria", afirma Jourová
Otros dicen que creen que el impulso creado por la revelación de Frances Haugen —cuyo volumen ha superado todas las filtraciones anteriores de la industria tecnológica— también ayudará a que las revelaciones anteriores tengan un impacto, aunque sea tardío.
"Estoy muy agradecido de que Frances haya podido probar muchas de las cosas de las que Chris Wylie y yo acusábamos a Facebook", dijo Kaiser: "El tiempo dirá si, en el futuro, podremos aplicar el tipo de cambios necesarios".
(jov/mrl)