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¿Cómo enfrentan campamentos de refugiados el coronavirus?

Tom Allinson | Hussein Mehyeddin
12 de marzo de 2020

El sistema de salud sirio está muy deteriorado, según la OMS, y los campamentos de refugiados se enfrentan a la amenaza del COVID-19. Hasta el momento, no se han detectado casos.

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Refugiados en un campamento de Lesbos, Grecia.
Refugiados en un campamento de Lesbos, Grecia.Imagen: AFP/L. Gouliamaki

Mientras las autoridades griegas expresaron temor por un brote de COVID-19 en las islas que albergan a miles de personas que buscan asilo, el embajador turco en los EE.UU. dijo a periodistas que el intento de prevenir el brote de coronavirus en los campamentos de refugiados es una "misión imposible”. 

Analistas advirtieron que el lenguaje utilizado para referirse a los refugiados y a la pandemia global podría ser una retórica política que estigmatizaría aún más a las personas que huyen de la guerra. "Existe el peligro de que la gente instrumentalice este tema” dice Rene Wildangel, investigador del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores. "El debate (sobre aceptar más refugiados en la Unión Europea) ya es muy polarizador y polémico. Si a eso se añaden argumentos que afirman que sería peligroso aceptar más refugiados en este momento, eso probablemente podría empeorar el discurso".

Pero, mientras sigue el debate, las circunstancias frágiles de casi 12 millones de personas que han escapado del conflicto sirio hacia Turquía y Medio Oriente generan preocupaciones sobre si los campamentos de refugiados están bien preparados para enfrentarse al virus.

Siria: "No hay agua en algunos de los campamentos"

Según la Organización Mundial de Salud (OMS), no hay ningún caso conocido de COVID-19 en los campamentos, pero "Siria tiene un sistema de salud fragmentado  que está muy deteriorado, y podría no contar con capacidades y recursos como para detectar una epidemia y responder ante ella", dice el portavoz de OMS, Hedinn Halldorsson.

Algunas personas que escapan de la violencia se encuentran con campamentos de refugiados saturados e inseguros.
Algunas personas que escapan de la violencia se encuentran con campamentos de refugiados saturados e inseguros. Imagen: picture-alliance/dpa/A. Alkharboutli

Hay 6.2 millones de personas desplazadas internamente en Siria. Idlib, la zona de recientes bombardeos, alberga más de 3 millones de personas en una región que anteriormente era de 500.000.

"Si hubiese un brote de la epidemia, la situación sería muy grave” dice a DW Orwa Khalief, un oficial de la Sociedad Médica Sirio-Estadounidense de Idlib que está preparando un plan para combatir el virus. El personal está siendo entrenado y los laboratorios en Idlib y Ankara están siendo abastecidos con equipos de diagnóstico. Pero la falta de unidades de cuidados intensivos en la región es un gran problema, y la dirección de salud de Idlib no tiene hospitales para poder aislar a los pacientes.

Otras ONGs en la región están tratando de crear conciencia sobre prácticas seguras de higiene, como lavarse las manos. Sin embargo, "en algunos campamentos no hay agua", dijo Khalifeh.

Jordania: monitoreo cercano reduce los riesgos

La situación en Jordania es más estable, y ningún caso de COVID-19 fue detectado. "No hay riesgo en los campamentos, porque las medidas preventivas dentro de ellos son las mismas que las de afuera” dice Mohammad Hawari, un portavoz de la Agencia de la ONU Para Los Refugiados (ACNUR) en Jordania.

"Los hospitales dentro de los campamentos están preparados para responder a cualquier situación. Anteriormente, experimentamos crisis similares como el SARS. Los pasos para responder son similares", dijo Hawari.

Wildangel, quien había estado recientemente en el campamento principal de Zaatari, dijo que "el riesgo es menor [allí] porque monitorean muy de cerca quién entra y sale, y es muy fácil para los servicios de salud evaluar los riesgos, aunque las condiciones no son ideales".

El campamento de refugiados de Zaatari, en Jordania, alberga a unas 80.000 personas.
El campamento de refugiados de Zaatari, en Jordania, alberga a unas 80.000 personas. Imagen: Imago/ITAR-TASS

Los campamentos en Jordania se manejan de acuerdo con la política de ACNUR, que garantiza su inclusión en los planes nacionales del gobierno para brotes de epidemias. Esa política sugiere que el campamento puede ser tan seguro, o expuesto, como su país anfitrión.

Líbano: una tarea hercúlea

El Líbano ha registrado 41 casos de COVID-19. El país decidió no establecer campamentos formales de refugiados desde el comienzo de la guerra siria. Muchos de los 1,5 millones de refugiados sirios en el Líbano, (la cifra más alta per cápita en el mundo), tiene dificultades de acceder a los servicios de salud.

"Los cientos de miles de refugiados en las grandes ciudades y en el valle de Bekaa viven en condiciones sumamente lastimosas, y a menudo no están registrados. No tienen acceso a ningún servicio de salud, por lo que probablemente el riesgo allí sea aún mayor", señaló Wildangel.

Europa: demasiado tarde para culpar a los refugiados por coronavirus

Los grupos de ayuda en la isla griega de Lesbos, donde muchos solicitantes de asilo desembarcan, suspendieron su trabajo desde que grupos de derecha los atacaron, la semana pasada.

Dado que un refugiado de Lesbos -que según los informes había viajado a Israel y a Egipto- dio positivo en el test de virus el lunes (09.03.2020), los temores de un brote entre refugiados y migrantes podrían dificultar aún más el diálogo entre los países de la UE sobre las personas que buscan asilo.

"El partido populista de extrema derecha alemán Alternativa para Alemania (AfD), y otros movimientos de extrema derecha, ya retratan a los refugiados como a los portadores de todos los males y las enfermedades. Así que, si pueden generar más miedo, estarán felices de hacerlo, si se produce un brote del virus", subrayó Wildangel. "Es un poco tarde para culpar a los refugiados por el coronavirus, incluso para la derecha", agregó.

(sv/cp) 

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