Castro cumple 81 años

"También los corredores de maratón se cansan", dijo el Máximo Líder alguna vez. Eso parece sucederle al líder cubano que se ha recuperado de las intervenciones quirúrgicas, aunque se le ve cansado enfundado en su traje de deportes Adidas. Ha dejado en su hermano Raúl los hilos del poder, pero sigue vigilando la era post-Castro desde su habitación, escribiendo maratónicos comentarios en su columna Reflexiones, en el diario oficialista Granma. También sigue tomando decisiones, como se vio en el caso de la fuga fallida de los boxeadores Guillermo Rigondeaux y Erislandy Lara, durante los recientes Juegos Panamericanos de Río de Janeiro.

El Comandante dijo que los pugilistas llegaron a un "punto sin retorno como parte de una delegación cubana en ese deporte" y que no volverán a subirse a un cuadrilátero con los colores cubanos. Era evidente el enojo de Fidel Castro, que también lanzó diatribas contra "los tiburones de la mafia demandando carne fresca", aludiendo a los cazatalentos como la empresa alemana Arena Box Promotions, propiedad del turco alemán, Ahmet Öner, quien fichó a los boxeadores y había supuestamente preparado su deserción. Castro puso en tela de duda la participación de los atletas cubanos en un campeonato clasificatorio para las Olimpiadas de Beijing, que se celebrará en Estados Unidos. "Cuba no sacrificará un ápice de su honor y sus ideas por medallas de oro olímpicas", advirtió.

Celebraciones discretas

Quien gobernara la isla durante 47 años hasta caer enfermo, celebra su cumpleaños lejos de los reflectores. A lo largo de su gestión ha evitado el culto a la personalidad, por lo menos de manera oficial. Su aniversario nunca ha sido motivo de fiestas ni desfiles. El lunes recibió la felicitación del presidente boliviano Evo Morales, uno de sus principales aliados.

"La mejor forma de festejar el cumpleaños del Comandante es con la lucha antiimperialista. Le deseamos muchas felicidades y mucha suerte", dijo Morales a la televisión estatal cubana tras inaugurar en su país un hospital donado por Cuba. No ha habido mensajes públicos del presidente venezolano Hugo Chávez, su principal aliado, que lo visitó el 13 de agosto hace un año, cuando cumplió 80 y se encontraba en un frágil estado de salud.

Mientras tanto, el Gobierno interino de Raúl Castro pasó el 31 de julio la prueba de fuego del primer año sin su líder, desafiando los pronósticos de Estados Unidos de que el sistema socialista de la isla se vendría abajo si él. Al presentar su programa de Gobierno, Raúl Castro hizo un crudo diagnóstico de la situación del país que heredó de su hermano. Dijo que los sueldos estatales no alcanzan para llegar a fin de mes y prometió trabajar para solucionar las mayores pesadillas cotidianas de los cubanos, como la falta de alimentos, transporte público y vivienda.

Diálogo sobre los derechos humanos

La liberación del disidente Francisco Chaviano, el preso político más antiguo de la isla, después de cumplir 13 años de una condena de 15 abre esperanzas sobre una mejoría en la situación de los derechos humanos en Cuba. El partido ecologista alemán Los Verdes, saludó la excarcelación de Chaviano y exhortó al partido La Izquierda, (ambos en la oposición) a que interceda ante La Habana, aprovechando la buena relación diplomática con funcionarios en la cúpula cubana, para la liberación de otros 200 presos políticos.

Durante un reciente viaje a México, la secretaria general de Amnistía Internacional, Irene Kahn, exhortó al gobierno de Raúl Castro a abrir un diálogo constructivo sobre los derechos políticos y los presos de conciencia.