Carnaval en Bonn: revuelta popular femenina
Con el asalto del ayuntamiento de Beuel, en Bonn, comenzó la Weiberfastnacht en Alemania. Una tradición llena de vida, alegría y color.
De tal palo, tal astilla
"Ahora a sonreír". Lo que a mamá y papá les sale del alma, a los más pequeños tal vez les vendría bien practicarlo un poco más. Pero quién podría acusar de poco entusiasmo a unos niños que a las 9.30 de la mañana ya pasean vestidos de payasos en Beuel, en la ciudad alemana de Bonn.
Lluvia contra la tormenta
¿El meteorólogo de la Weiberfastnacht (jueves lardero en España) es...? Claro, ¡una mujer! Si con la lluvia que cayó este jueves en Beuel alguien pretendió proteger el ayuntamiento de la tormenta femenina que supone esta celebración, es evidente que no les importó a las damas de verde de la fotografía.
Guardia femenina
La Guardia del Comité de Damas de 1824 está lista. Las lavanderas del comité femenino de Beuel se hicieron presentes por primera vez en el carnaval ese año. Desde entonces la Weiberfastnacht es una costumbre en Beuel.
Dragón. Mujer. Triunfo
Mal día para el matadragones. Poco lo ayudó la lluvia. Pero cuando las mujeres toman la iniciativa, ni los míticos animales que lanzan fuego son capaces de frenarlas.
Masculinidad reducida
En la Weiberfastnacht los hombres verán con espanto cómo sus corbatas quedan reducidas a la mitad. Como premio de consuelo recibirán a cambio un "Büztje", en el dialecto colonés, un beso en la mejilla. Seamos francos: ¿a qué hombre no le gustaría ver su corbata cortada por la mitad?
En la variedad está el gusto
El carnaval no conoce fronteras y eso no ha cambiado ni siquiera tras los lamentables sucesos del 31 de diciembre en Colonia, donde miles de mujeres fueron atacadas sexualmente. Lo que acá se celebra es la alegría de la vida. Y eso no se transa.
Gröhe on ice!
Hacia dónde se dirige el ministro de Salud de Alemania, Hermann Gröhe, en su trineo junto a su congelado compañero, nadie lo sabe. Pero nadie pudo evitar su viaje, eso está claro.
Asalto. Llaves. Triunfo
Tras un breve combate, las llaves doradas, y por lo tanto el ayuntamiento, caen finalmente en manos de la princesa de lavandería, uno de los principales personajes del carnaval en Beuel. Con el asalto simbólico de la sede de gobierno de Beuel, en Bonn, las mujeres se toman el poder. ¡Hoy la fiesta les pertenece solamente a ellas!