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Cambio climático: EE.UU. desilusiona

17 de diciembre de 2004

La delegación alemana critica la actitud de Washington al final de la cumbre del clima celebrada en Buenos Aires. Los EE.UU. siguen bloqueando el avance en la protección del medio ambiente.

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Los EE.UU. son responsables de un 25% de las emisiones de gases invernadero.Imagen: Bundesumweltministerium


No se trataba de pretender lo imposible. Por eso, el ministro de Medio ambiente alemán, el “verde” Jürgen Trittin afirmaba con pragmatismo que no esperaba “que los EE.UU. cambien su actitud”.

Sin que la Administración Bush cambie su postura, el progreso en la protección del medio ambiente siempre estará hipotecado por la contaminación estadounidense, responsable de una cuarta parte de la emisión mundial de gases de invernadero. Los enviados oficiales alemanes a la cumbre en Argentina reconocen que vuelven “desilusionados y frustrados” a casa.

Medio ambiente y economía

Harlan Watson, el representante estadounidense enviado a Buenos Aires, no dejó lugar a dudas al afirmar que el cumplimiento del Protocolo de Kyoto es nocivo para la economía de su país. Por ello sería precipitado hablar sobre objetivos de reducción de emisiones para el año 2012.

Opel - Fabrik in Rüsselsheim
La industria choca con los intereses del medio ambiente.Imagen: AP

Aunque hay quienes se resignan a que los siguientes cuatro años bajo el gobierno de George W. Bush no habrá avances en este terreno, el ministro Trittin no cree que todo esté perdido. El político matiza al afirmar que se trata “de un gobierno en transición, por ello no hay que exagerar el valor que se le da a las declaraciones que escuchemos en estos días”.

Alianzas

Los EE.UU. “no han podido explicar por qué, con un nivel de vida comparable, emiten la doble cantidad de gases invernadero que Europa, este es el problema principal que se debe debatir y cuya solución es posible”, dice Trittin.

Por lo pronto, el gobierno alemán apuesta al Reino Unido como su socio europeo con capacidad de ejercer influencia en Washington. En el 2005, Londres asume tanto el liderazgo del G-8 como el de la Unión Europea y ya anunció emprender iniciativas para la protección del medio ambiente. Así, se podría lograr también un mayor compromiso estadounidense.

Algunas excepciones

También en materia medioambiental las generalizaciones tienen sus límites. Así. existen ejemplos alentadores a nivel individual en los EE.UU.. El estado de Colorado, por ejemplo, decidió por plebiscito cubrir hasta el 2015 el 10% de sus necesidades energéticas con energía solar y eólica. En Maine, se legisló una reducción de los gases de invernadero y la mayoría de la población de Montana aprobó incrementar las exigencias de protección medioambiental al sector minero.

Asimismo, diez gobernadores de estados del este de los EE.UU. han expresado su deseo de reducir las emisiones y de unirse al sistema canadiense, país que ya ratificó el protocolo de Kyoto.

Las autoridades alemanas se muestran firmes. “No es posible que nosotros asumamos de brazos cruzados que un país, responsable del 25% de la emisiones de gases de invernadero siga actuando sin cambiar nada”, dijo Jürgen Trittin, aunque es conciente de que combatiendo frontalmente la postura estadounidense no llegará muy lejos.

Se apuesta al diálogo. Conversar, para convencerlos de la importancia de trabajar juntos en beneficio de todos.