Brujas alemanas
27 de abril de 2004La noche de Walpurguis es más que conocida en Alemania y celebrada no sólo sobre el monte Brocken, en la región del Harz. Esta noche ha servido de inspiración a poetas y compositores. Felix Mendelssohn Bartholdy le dedicó el Opus 60 "La primera noche de Walpurguis" y Goethe la inmortalizó en el "Fausto". Pero pocos saben el origen de la noche de Walpurguis.
Fiesta de la primavera
Antes de la cristianización, era tradicional celebrar la noche del 30 de abril al primero de mayo como una gran fiesta. Se encendían enormes fogatas, que daban la bienvenida a la primavera y se saltaba y bailaba alrededor del fuego. El festejo era muy popular especialmente en la región del Harz. A medida que se fue cristianizando el país, también se fueron prohibiendo varias fiestas tradicionales, que eran consideradas fiestas paganas, entre ellas, la noche de Walpurguis. Quien seguía festejando la noche de Walpurguis del modo tradicional, era maldito por la iglesia y tildado de bruja o de siervo del diablo. La iglesia hizo creer a la población que en esa noche todas las brujas volaban hacia el monte Blocksberg, para esperar allí la llegada del diablo.
Fieles y herejes
La noche de Walpurguis, al igual que tantas otras fiestas paganas prohibidas por la inquisición, no tenía en su origen ninguna relación con brujería, ni con el diablo. Fue la iglesia católica quien le añadió el carácter diabólico a este festejo pagano. La iglesia finalmente terminó por adoptar esta fiesta y transformarla de algún modo en una fiesta cristiana. Al igual que sucedió con otras celebraciones paganas, que pasaron a ser las actuales fiestas de navidad o de pascuas. El primero de mayo fue nombrado el día de la Santa Walpurga, la patrona de las campesinas y las criadas, de allí surgió luego la 'noche de Walpurguis'. Según la iglesia, la Santa Walpurga era quien mantenía alejadas a las brujas.
Brujas de hoy
La noche de Walpurguis es celebrada hoy en día principalmente sobre el monte Brocken, el más grande de la región del Harz. Según el Fausto de Goethe, es precisamente sobre este monte de 1142 metros de altura que Mefistófeles y Fausto pasan la noche de Walpurguis.
Hay innumerables costumbres supersticiosas que debían proteger a la gente de las brujas, en aquella noche. Por ejemplo, se hacían sonar las campanas de la iglesia, se arrojaba salz bendita en el umbral de las casas y los establos, para proteger a las personas y a los animales. Además se colocaban dos escobas cruzadas delante de las puertas, para negarle así el paso a las brujas. Pero no todos tenían miedo. Siempre había jóvenes que aprovechaban que los habitantes del pueblo se encerraban en sus casas, para salir a hacer travesuras.
Hoy se celebra la víspera del primero de mayo bailando. La fiesta de la fertilidad, de la vida y del inicio de la primavera es festejada en toda Alemania con los 'Tanz in den Mai', que se podría traducir como 'Bailando en mayo'. El árbol de mayo es otra tradición que sobrevivió hasta nuestros días. Se trata del abedul, que simboliza la fertilidad y es una declaración de amor de un hombre a una mujer. El hombre debe cortar un abedul durante la noche del 30 de abril y colocarlo debajo de la ventana de su amada. En ciudades como Colonia, el primero de mayo se ven cientos de abedules, adornados con cintas de colores. Después de todo, los alemanes son más románticos de lo que parece.