Brasil: masacre de Suzano reabre el debate sobre las armas

El pasado miércoles (13.03.2019) por la mañana, dos jóvenes de 17 y 25 años de edad asesinaron a tiros a ocho personas en una escuela de la ciudad de Suzano, en el estado de Sao Paulo. Anteriormente, los dos atacantes, antiguos alumnos de la escuela,  mataron al tío de uno de ellos. Cuando la Policía llegó al lugar del crimen, uno de los jóvenes mató con un revólver a su cómplice. Acto seguido, se suicidó. El trágico suceso da un nuevo impulso al debate sobre la libertad para portar armas de fuego en Brasil. "Si hubiera habido un ciudadano con arma legal en la escuela, un profesor, un empleado o un policía retirado, hubiera minimizado el alcance de esta tragedia”, dijo al respecto el senador Major Olímpio, del partido de Bolsonaro, el PSL. "Lloremos sin hipocresía a los muertos. Y debatamos sobre lo deficiente de nuestra legislación”, añadió Olímpio.

La flexibilización para poseer y portar armas fue una de las promesas clave de la campaña electoral de Bolsonaro. Su idea era que los "buenos ciudadanos” puedan protegerse a sí mismos y a otras personas frente a los "malos ciudadanos”. El pasado mes de enero, Bolsonaro, que ha hecho de una imagen suya posando con los dedos pulgar e índice abiertos en forma de revólver su seña de identidad, facilitó por decreto la adquisición de licencias de armas. Próximamente, la ley también pondrá más fácil portar armas en los espacios públicos.

"Armas para defenderse”

"Las armas no sirven para matar, sirven para defenderse”, dijo el diputado Eduardo Bolsonaro, hijo del presidente, a propósito de la masacre. "Mostrar un arma de fuego sirve para evitar un robo o algo peor, con muertos, esos casos que no quedan recogidos en ninguna estadística”, agregó. Al igual que su padre y que su hermano, Eduardo también es un declarado entusiasta de las armas de fuego y de las leyes armamentísticas de Estados Unidos. "¿Qué país es más seguro, Brasil o Estados Unidos?” inquirió por Twitter en 2017.

"La teoría del ‘good guy with a gun', muy presente en la narrativa de la Asociación Nacional del Rifle estadounidense, no se sustenta en ningún dato que demuestre que un mayor número de personas con armas puede evitar muertes en masacres como la sucedida en Suzano”, afirma Michele Gonçalves dos Ramos, asesora especial de la ONG Instituto Igarapé, especializada en seguridad pública.

Según Ramos, investigaciones del FBI mostraron que, en 160 ataques cometidos por tiradores en Estados Unidos entre 2001 y 2013, apenas cinco pudieron ser frenados por "ciudadanos de bien” con armas. "Y en 21 casos, ciudadanos desarmados lograron disuadir al atacante”, argumenta. "En general, más armas no significa más seguridad”, dice Ramos. "Es importante aclarar que todos los estudios científicos demuestran que, cuando hay más armas en circulación, aumenta el número de asesinatos, feminicios y suicidios”. En lugar de flexibilizar la posesión y el porte de armas, Ramos pide combatir mejor su comercio ilegal.  Eso incluiría  mejoras en el registro de armas que ya están en circulación, así como la integración de bancos de datos ya existentes con informaciones sobre las armas y sus dueños.

Reducir la mayoría de edad penal

Para la socióloga Julita Tannuri Lemgruber, la masacre de Suzano también influirá en el debate sobre la reducción de la mayoría de edad penal. Según ella, una iniciativa en ese sentido va avanzando en el Congreso. "Este episodio puede acelerar la votación de la propuesta”, dice Lemgruber. El senador Flávio Bolsonaro, también hijo del presidente, defendió la reducción de la mayoría de edad penal tras el suceso de Suzano: "De nuevo una tragedia protagonizada por un menor de edad demuestra el fracaso del desgraciado "Estatuto de Desarme” en vigor”, tuiteó el senador el día que ocurrieron los hechos. En su campaña presidencial, Bolsonaro también defendió la reducción de la edad penal. Su última propuesta fue la de reducir gradualmente la mayoría de edad penal vigente de los 18 años actuales hasta los 17 y después a los 16. El senador Major Olímpio, autor de un proyecto de ley que prevé la posibilidad de encarcelar a cualquier persona a partir de los 12 años tras una evaluación psicológica, pide medidas urgentes tras lo ocurrido en Suzano.

Cambio en el objeto de debate

Lemgruber critica la obsesión por las armas que parece dominar Brasil. "El caso de Suzano es emblemático. Se trataba de jóvenes que frecuentaban páginas web de adoradores de las armas. Todo esto está siendo inflado por la postura de Bolsonaro”, critica. Ramos, por su parte, considera que en Brasil debe producirse un cambio en el objeto del debate. "En un país que se enfrenta a enormes desafíos de violencia e inseguridad, necesitamos también debatir sobre los discursos llenos de odio, intolerancia y la construcción de referencias masculinas asociadas a la violencia”, dice la investigadora. "Un país seguro para todas y todos no será construído sobre la base de una lógica de los unos contra los otros”.

(ms/elm)

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