Bioterrorismo, una amenaza real
11 de diciembre de 2004
Los secretarios de sanidad del Grupo de los 7, que se reunieron el 9 y el 10 de diciembre en París, están convencidos de que el nivel de amenaza de un ataque bioterrorista es muy alto y sólo una cuestión de tiempo. Philippe Douste-Blaza, ministro francés de Sanidad no deja dudas al indicar que la pregunta no es si se puede dar un ataque de este tipo, sino cuándo.
En París, los representantes de los países miembro decidieron ampliar su acción a la lucha contra todas las amenazas sanitarias internacionales, como la gripe, pues concuerdan en que la amenaza pandémica es al menos tan aterradora y tan probable como la de un ataque bioterrorista.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), viene advirtiendo desde hace meses sobre la posibilidad de una pandemia de gripe que podría matar a 100 millones de personas. Por lo mismo el “G-7 bioterrirsmo” decidió impulsar la colaboración con la OMS para identificar enfoques susceptibles de mejorar la capacidad de respuesta en países en vías de desarrollo, para que también estén preparados para la eventual llegada de enfermedades emergentes o la reintroducción accidental o provocada de agentes infecciosos.
Creando escudos de protección
El “G-7 bioterrorismo”, fue creado después de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos y se ocupan de evaluar y armonizar los dispositivos nacionales para vacunas y examinar respuestas a riesgos biológicos, químicos, nucleares y radiológicos. Pertenecen al grupo los miembros del G7, Estados Unidos, Canadá, Japón, Alemania, Francia, Italia y el Reino Unido, así como México.
El secretario de Salud de Estados Unidos, Tommy Thompson, informó que en su país se trabaja actualmente en el desarrollo de un escudo para proteger a la población. La estrategia consiste en desarrollar medidas contra las actividades bioterroristas, como por ejemplo el almacenamiento de vacunas.
Se han creado 12 sitios estratégicos en los que hay almacenadas 600 toneladas de material médico y que son accesibles a menos de siete horas desde cualquier punto del territorio, según explicó Thompson. Además en los últimos tres años, EEUU ha pasado de tener 15 millones a 4.000 millones de dosis disponibles de vacunas contra la varicela y se ha comprado 400 millones de vacunas contra la viruela.
Recolectando reservas para los más pobres
De esta cantidad se han puesto a disposición de la OMS 20 millones de unidades de vacunas contra la viruela que, una vez diluidas, podrían representar entre 80 y 100 millones de dosis utilizables en caso de ataque contra un país que no disponga de sus propias reservas.
Francia ha puesto a disposición cinco millones, el Reino Unido 4 millones (además de un millón de libras esterlinas para que la organización pueda comprar vacunas), Alemania, dos millones de unidades; y Canadá, un millón de dólares. México no ha puesto a disposición, ni vacunas ni capital, pero el secretario de Sanidad de México Julio Frenck, asegura que se cuenta con el volumen necesario para proteger a la población mexicana en caso de necesidad.
Piden grupo internacional de respuesta
El ministro francés de Sanidad, Philippe Douste-Blazy, propuso a sus colegas la creación de un grupo de expertos internacionales dispuestos a actuar en caso de atentado químico, radiológico y bacteriológico y dijo que podría estar basado en Francia o en Canadá, que alberga los despachos del G7 sobre la salud.
Sin embargo la propuesta aún será discutida especialmente ante la oposición inicial por parte de Estados Unidos.