Biergarten: 200 años
4 de enero de 2012Los jardines o terrazas al aire libre donde se sirve cerveza son conocidos como Biergärten, “jardines de la cerveza”, y cumplen en Baviera sus primeros 200 años. El 4 de enero de 1812, el rey Max I de Baviera autorizó a los productores de cerveza a vender directamente a sus clientes la cerveza que se fermentaba en sus sótanos.
“Por ello he declarado el 2012 en el año del Biergarten”, dijo la responsable de la oficina de turismo de Baviera, Gabriele Weishäupl, en declaraciones a la agencia de noticias DPA.
Depósitos subterráneos
Cuando comenzaron a producir, las cervecerías alemanas almacenaban el líquido dorado en sótanos con el objeto de que se mantuviera fresco durante todo el año y sacaban el producto en jarros. Alrededor de ellos sembraron árboles como castaños, cuyas cerradas hojas proporcionaban una fresca sombra durante el verano, lo que ayudaba a mantener una temperatura adecuada en los depósitos.
La sombra fresca era también apreciada por viajeros que descansaban mientras disfrutaban de un jarro de cerveza. Y quienes iban a comprar cerveza a menudo volvían a casa con la jarra vacía. Así fue como nacieron los jardines de cerveza.
Como los clientes tenían derecho a llevar y consumir su propia comida, pagando solamente por la bebida, estos lugares ganaron popularidad, enojando a los posaderos que veían huir a su clientela. Las tensiones escalaron y el conflicto entre los posaderos y los productores de cerveza provocó más de un pleito de manos, hasta que un decreto real de 1812 impuso la paz.
Los comensales llevan sus propias viandas
Según esa ley los cerveceros tenían derecho a ofrecer su cerveza de junio a septiembre, para que fuera bebida en ese momento. Además podían ofrecer pan, pero la venta de otras bebidas y alimentos quedó prohibida.
“A los hosteleros y posaderos no les quedó más remedio que aceptar el nuevo lineamiento”, afirma Michael Stephan, director del archivo de la ciudad de Múnich.
Pero como los huéspedes no querían beber con un estómago vacío llevaban sus propios alimentos y de la costumbre surgió la tradición.
Algunos visitantes se sorprenden al ver a los lugareños sacar sus propios manteles y colocar sobre la mesa viandas típicas como salchichas, carne o pescado ahumado, queso, rábanos e incluso colocar sus propios cubiertos y prender velas.
Entre tanto no todos los locales aceptan que los clientes traigan sus propias viandas, pero dado que es una tradición tan larga, un anuncio a propósito puede verse a la entrada del local.
Oktoberfest
En las tiendas de la Fiesta de la Cerveza, el Oktoberfest, el derecho del cliente a traer su propia comida está garantizado. Y cuando se trata de defender el derecho de los Biergärten, los bávaros no se andan por las ramas.
Unas 20.000 personas protestaron en la llamada “revolución del Biergarten”, contra los horarios de apertura más reducidos. Según un nuevo lineamiento los locales no podrían servir cerveza después de las 21:30. “¡Salven a los Biergärten!”, decían los manifestantes, que acabaron imponiéndose.
Los peligros para la tradición acechan con la globalización. No falta el comensal que lleva en vez de salchichas, un Donner Kebab o hasta una pizza.
Fuente: EU/ Dpa
Editora: Emilia Rojas