Berlusconi y Sarkozy, "víctimas del narcisismo"
28 de abril de 2011Berlingske Tidende, de Copenhague: “Existen principios que es mejor no tocar. La libre circulación por la Unión Europea es uno de ellos. Sin este principio no sólo naufragaría el Tratado de Schengen entre 22 países de la Unión Europea, así como Islandia, Noruega y Suecia; sino que un principio básico de la Unión Europea quedaría minado. (…) El desafío de la inmigración ilegal debe verse como un problema concreto que preocupa a la Unión entera, y debe ser solucionado internamente con las actuales normas de la UE. Sólo se puede estar de acuerdo con el Primer Ministro italiano Silvio Berlusconi en que debe haber más solidaridad en la UE a la hora de reaccionar ante problemas concretos.”
“Tan ‘solo’ 20.000 personas”
Le Monde, de París: “Bajo la presión de la liga anti-inmigración del norte (que Berlusconi necesita para mantener su coalición), el problema está ‘solucionado’ para el Primer Ministro italiano. Se ha cerrado en su decisión de dejar que el visado para los tunecinos dure seis meses, durante los cuales podrán viajar libremente por la Unión Europea. Bajo la presión del partido anti-inmigración francés, el Frente Nacional, el presidente francés Nicolás Sarkozy ha reaccionado en esta lucha electoral con la amenaza de ‘repensarse’ la abolición de las fronteras interiores de la Unión; es decir, el Tratado de Schengen de 1985.
Ambos presidentes decidieron el martes pedir a la Comisión Europea reflexionar sobre ello. Quieren, ante todo, los medios para vigilar las fronteras exteriores de la zona de Schengen. ‘En tiempos de inusuales problemas’, quieren la posibilidad de establecer controles en las fronteras interiores. En este aspecto, los números son sin duda un argumento deficiente: ¡Tan ‘solo’ se trata de 20.000 personas!”
Las arenas movedizas de Sarkozy
Süddeutsche Zeitung, de Berlín: “Nicolas Sarkozy experimenta la pesadilla de un hombre en una ciénaga: cuanto más intenta salir, más se hunde. Todas sus actividades en campos nacionales e internacionales minan su popularidad entre los franceses incesantemente. Los opositores socialistas disfrutan de ello y se frotan las manos para las elecciones presidenciales del año próximo. Tampoco en Berlín se le tiene mucho aprecio. Demasiado a menudo ha molestado Sarkozy al Gobierno Federal con su hambre de acción y sus andanzas en solitario. Pero hay grandes probabilidades de que el Gobierno de Merkel ya no deba irritarse a causa del Presidente francés durante mucho tiempo. La pregunta ahora es: ¿Será mejor lo bueno por conocer que lo malo conocido?”
Berlusconi y Sarkozy, cortados por el mismo patrón
Corriere della Sera, de Milán: “Silvio Berlusconi y Nicolás Sarkozy son parecidos. Sufren del mismo narcisismo. Entienden la política como un escenario en el que sólo pocos actores tienen sitio. Y reaccionan ante la crítica de los medios como si se tratara de un insulto personal. Como todos los grandes jugadores, odian un empate, y prefieren ser los primeros en levantarse de la mesa cuando han ganado el juego. Similitudes que llevan a más conflictos que conformidades. El hecho de que Sarkozy y Berlusconi hayan llegado a un acuerdo en la cumbre de Roma se debe exclusivamente a la convicción de ambos de haber superado por fin una tensión que llevaba durando largo tiempo.”
Autora: Lydia Aranda Barandiain / dpa
Editora: Emilia Rojas Sasse