Bayreuth: la Colina de Wagner reverdece
25 de julio de 2008La inauguración del Festival de Bayreuth ha tenido lugar por 97 vez en la Colina Verde. Ésta es la última edición que inaugura Wolfgang Wagner, nieto del gran y controvertido compositor alemán Richard Wagner. Después de 59 años a la cabeza de uno de los festivales más afamados del mundo, el patriarca del clan se despide dejando la sucesión clara: un dúo asumirá la dirección, la treinteañera Katharina Wager –su hija con Gudrun, su segunda esposa fallecida el año pasado- y Eva Wagner-Pasquier, hija de su primer matrimonio, quien a la sazón cuenta con 63 años.
La crema y nata de la cultura y política alemana y europea acuden a esta cita anual, algunos de ellos religiosamente. Entre estos últimos, la canciller, Angela Merkel. La alfombra roja se desplegó a tiempo para los VIP. Como en la primera cita…..
Bayreuth: una historia de herencias
Con la presencia de Franz Liszt, Anton Bruckner, Camille Saint-Saens, Peter Tschikowski, Edvard Grieg, Friedrich Nietzsche y el Kaiser Guillermo I, el 13 de agosto de de 1876 el Festival de Bayreuth abrió sus puertas con la primera puesta en escena de la tetralogía completa del Anillo de los Nibelungos. El mecenas de Richard Wagner, el rey Luis II de Baviera, faltó: había asistido a todos los ensayos. Con esta edificación en Grüner Hügel, Wagner cumplía su sueño de tener un teatro propio, concebido por él para poner en escena sus obras lejos de toda perturbación citadina. Superviviente de las guerras, teatro y festival siguen en pie, también el clan de su creador.
A la muerte de Richard Wagener, su esposa Cosima dirigió el festival, que en su primeros años por falta de fondos tuvo lugar irregularmente. En 1908, su hijo Siegfried lo asumió. La Primera Guerra Mundial lo sumió en una larga pausa de 10 años. Siegfried Wagner, en su testamento, se aseguró de que en el teatro concebido por su padre sólo se representara sus obras. A su muerte, en 1930, las arcas del teatro estaban maltrechas. Una inyección de vitalidad recibieron entonces: su directora Winifred, la viuda de Siegfried, tenía una estrecha relación con Adolf Hitler. Suspendido en 1944, a comienzos de la década de los 50 el Festival volvió a tener lugar, esta vez bajo la doble dirección de Wieland y Wolfgang Wagner.
A pesar de que la marca Wagner había sufrido un deterioro de imagen por su relación con el nacionalsocialismo, a los nietos del compositor les fue posible restablecer y modernizar el festival. Después de la muerte de Wieland en 1966, Wolfgang Wagner asumió su dirección. Entre sus logros se cuenta el haber creado la Fundación Richard-Wagner de Bayreuth –desde entonces patrocinadora y patrona del festival y su personal. Por ello, Gudrun –su esposa y sucesora según los deseos de Wolfgang Wagner- no pudo asumir la dirección nunca, tenía en su contra a la fundación. La Ziegenkampf –una riña entre cabras- que se desató nutrió por varios años los titulares culturales. Nike, la hija de Wieland, la misma Gudrun, las hijas de Wolfgang… todas, enemistadas entre sí, querían heredar el cetro de Bayreuth.
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La edición 97
El director del Parsifal que inaugura esta edición es el noruego Stefan Hernheim. Su orquesta la dirige el italiano Daniele Gattitiene y Christopher Ventris es la voz protagónica. Marcado por la despedida del ya casi nonagenario Wolfgang Wagner, Bayreuth siente ya las brisas nuevas. Contar por primera vez con una retransmisión live-stream por Internet y una proyección por public viewing aportan a ello. Serán nada más y nada menos que Los maestros cantores de Núremberg –que los nazis elevaron a la calidad de ópera nacional- la primera obra que atraviese los muros del teatro para llegar al gran público.
Pasado el festival, la Fundación pondrá el sello a esta sucesión tradicionalmente dinástica. A pesar de ello, es ya un hecho que fuertes vientos de cambio han llegado a la Colina.