Arte sin fronteras

Expresiones artísticas de América Latina buscan hoy difusión en eventos con alcance global. No obstante, artistas y galeristas latinoamericanos siguen con poca representación en el mercado del arte.

“Es un lujo viajar a Europa”

Encontrar una obra de arte latinoamericana en la Feria Internacional de Arte en Colonia, resulta una misión para coleccionistas apasionados. De 245 galerías, instituciones y editoriales que se presentan en el evento, un par representa a dicha región: La Galeria Hilario Galguera, de México y la Galería Habana, de Cuba. Algunos otros artistas se pueden encontrar en galerías estadounideses que visitan la Feria.

La falta de un consolidado mercado del arte en Latinoamérica lleva a galerías y artistas a buscar coleccionistas en el extranjero. No obstante, pocos logran llegar al sistema europeo. “Es un tema económico, las galerías no se dan el lujo de viajar a Europa.Tenemos artistas con talento, y de sobra, pero falta difusión en otros mercados ”, dice Luis Miret, de la Galeria Habana.

Alemania como puente a Europa

“En Alemania el arte latino es muy valorado“, según David Nolan, director de la galería que lleva su nombre en Nueva York. Nolan asegura que en los últimos cinco años existe un nuevo boom del arte de Latinoamérica.

Alemania, por su larga tradición artística y poder económico, es una buena plataforma para los nuevos artistas. “España se concibe como el primer paso para llegar a Europa, pero su mercado es muy localista”, dice Hilario Galguera, galerista mexicano. “En Alemania los coleccionistas son muy profesionales y se especializan en diversos temas, les atrae la diversidad e investigan a profundidad. Este mercado es una oportunidad para crear canales de difusión que no existen en nuestros países”, agrega Galguera.

El estigma de Frida

Para los galeristas, el arte latinoamericano se ha estereotipado en el binomio Frida Kahlo-Diego Rivera, artistas considerados en el mercado global como una “marca” en términos comerciales. “Este cliché se ha sobre-explotado, pero la falta de recursos impide promocionar las nuevas creaciones”, dice Miret.

En la actualidad, son pocos los artistas de la región que entran al mercado global, difícil es encontrar latinoamericanos en casas de subastas o en libros de arte. Gabriel Orozco, reconocido artista mexicano de la decada de los 90, es para Galguera uno de los pocos “que tuvo posibilidades para desligarse de la burocracia regional y así producir obras en Nueva York".

Calidad sin fronteras

Pero las diversas condiciones económicas, políticas y culturales no van en detrimento de la calidad artística de los latinoamericanos. Cuando el artista expresa sus vivencias y preocupaciones con los códigos del arte actual, sus obras son bien recibidas en el mecado internacional. Para Miret, “no hay diferencia entre el arte del llamado primer, segundo o tercer mundo. Nuestros artistas se pueden poner 'cara-a-cara' con los grandes exponentes”.

Autora: Mónica Vázquez Ruiz

Editora: Emilia Rojas