Armin Laschet, candidato de la CDU: ¿por la senda de Merkel?

El primer ministro de Renania del Norte-Westfalia, Armin Laschet, es el jefe de la CDU. Ahora se espera que este hombre de 60 años llegue a la cancillería con la bandera del partido de Merkel. Tras una ruidosa lucha por el poder con Markus Söder, líder de la versión bávara del partido conservador, el comité ejecutivo federal de los democristianos se decidió por Laschet con una mayoría del 77,5%. Söder aseguraba que a él lo favorecían las encuestas, pero "las elecciones se ganan con votos, no con encuestas", se acostumbra decir desde los tiempos de Helmut Kohl.

Ni tan lejos ni tan cerca de Merkel

Aunque Laschet aún debe ser ungido oficialmente por otros órganos del partido, a partir de ahora, Laschet tiene que demostrar que logrará un equilibrio entre mantener el curso de Merkel y alejarse todo lo posible de la política de la canciller saliente. Todavía faltan cinco meses para el domingo de las elecciones.

Los Verdes ya eligieron a su candidata a la cancillería, Annalena Baerbock, de 40 años, tras una gran demostración de unanimidad. Los socialdemócratas (SPD) fueron los primeros en tener candidato a la cancillería: Olaf Scholz.

Laschet, desde 2012 uno de los cinco vicepresidentes federales de la CDU, ha sido siempre un socio fiable para sus jefas del partido, Angela Merkel (hasta 2018) y Annegret Kramp-Karrenbauer (2018-2020). Laschet aboga por un conservadurismo moderado. "Sólo ganaremos si nos mantenemos fuertes en el centro", es la frase que más repite en sus discursos.

Con esta reivindicación, Laschet se convirtió en primer ministro del estado federado más poblado de Alemania en 2017 y líder del partido este año. Solo uno de los ocho cancilleres alemanes hasta la fecha procedía de Renania del Norte-Westfalia: el primer titular, Konrad Adenauer (1949-1963), que cofundó y unió el partido después de la II Guerra Mundial.

Laschet respaldó el curso pro refugiados de Merkel

Cuando en 2015 y los años subsiguientes Merkel recibió a más de un millón de refugiados sirios, y por ello fue duramente criticada hasta por su propio partido, Laschet respaldó incondicionalmente su curso.

Ahora, a raíz de los errores cometidos por Berlín en el manejo de la pandemia, Laschet se fue distanciando de la canciller. "No podemos seguir así", dijo, tan suplicante como amenazador.

Esto se enmarca en la dramática situación que viven los dos partidos conservadores en Alemania: errores en el manejo de la pandemia, diversos casos de corrupción, falta de transparencia y desconfianza. Si bien la canciller es muy apreciada a nivel internacional, es un "pato cojo" debido a que se acerca al fin de su último mandato. Las encuestas advierten que el camino a la cancillería no será fácil, sino un callejón sin salida.

¿Modernización y cambio?

Laschet lucha. Le apunta a la modernización y el cambio, sin mencionar que su propio partido ha sido el que ha gobernado a nivel federal en los últimos 15 años. Laschet recuerda que la libertad y la responsabilidad son los fundamentos de la política democristiana. "Podemos hacer cambios, pero nos hemos vuelto demasiado cómodos", proclamó al inicio de la campaña electoral de su partido. Se entusiasma con avances en la protección del clima y promueve un ministerio digital, al tiempo que advierte contra la burocracia y el exceso de regulación.

La candidata a la cancillería de los Verdes, Annalena Baerbock, encarna una generación diferente. Los Verdes fueron los aliados de su política de integración de los refugiados. Cuando llegó al Bundestag, en 1994, Laschet creó enlaces de entendimiento con los Verdes. Ahora, Laschet debe llamar al ataque contra el creciente poder de los Verdes.

Laschet conoce todos los rincones de la política. Este abogado fue concejal de Aquisgrán (1989-2004), miembro del Bundestag (1994-98), del Parlamento Europeo (1999-2005) y del parlamento estatal de Renania del Norte-Westfalia (desde 2010). Al haber crecido en la región fronteriza con Bélgica, cuenta con experiencia europea. Desde 2019, Laschet es también el Plenipotenciario de la República Federal para las relaciones culturales franco-alemanas. Laschet mantiene intensos contactos con París. En Estados Unidos solo ha pasado algunos días de viaje, como primer ministro de Renania del Norte Westfalia.

"Armin Laschet es un político que reúne todos los requisitos para ocupar los más altos cargos del partido y del Estado, incluso a nivel nacional", se dice desde hace semanas en la página web de la Fundación Konrad Adenauer. Laschet tendrá que convencer a la mayoría de los 80 millones de alemanes. "Un líder que gobierna con éxito un estado federado de 18 millones de personas también puede ser canciller", dice, a menudo.

(jov/er)