Argentina: punto final a la impunidad
15 de junio de 2005Las leyes de "punto final" y "obediencia debida", en las que durante años se escudaron los responsables de la guerra sucia en Argentina, ya no valían desde hace tiempo el papel en que están escritas. Desde que la Cámara de Diputados y el Senado resolvieran derogarlas dos años atrás, poco después de la llegada de Néstor Kirchner a la presidencia, estaba claro que la legislación con que el gobierno de Raúl Alfonsín pagó por mantener a las tropas en sus cuarteles en el difícil período de transición a la democracia ya no podría sostenerse.
Dudas despejadas
De hecho, personajes como el ex general Jorge Rafael Videla se encuentran bajo arresto domiciliario, por terrorismo de Estado y sustracción de hijos de detenidos desparecidos. También hay otros arrestados y procesos por crímenes de la dictadura militar iniciados independientemente del pronunciamiento de la Corte Suprema. Pero, según hace notar el abogado alemán Wolfgang Kaleck, que desde hace 7 años viene trabajando por la persecución judicial de los responsables representando a familiares de víctimas germanas, "sobre esas causas pendía, como una espada de Damocles, la pregunta de si, después de todo, no podrían aplicarse las leyes de amnistía". Esa duda ha sido despejada ahora definitivamente.
En consecuencia, el fallo del máximo tribunal representa un "triunfo histórico" del movimiento de derechos humanos, que nunca ha cesado de exigir justicia. "Nosotros nos sentimos parte de ese movimiento, que en realidad tiene alcance mundial, y me alegro de la noticia de Argentina", indica satisfecho Wolfgang Kaleck.
Impacto en los procesos en Alemania
En cuanto a la influencia que tendrá la decisión judicial de declarar inconstitucionales las leyes de "punto final" y "obediencia debida" en los casos de víctimas de origen germano, el abogado indica que "seguiremos trabajando en los procesos mientras tenga sentido seguir instando a la Justicia alemana a ocuparse del tema, seguir buscando evidencias y tomando decisiones preliminares". Por ejemplo, menciona que se seguirá insistiendo en la necesidad de procesar al ejecutivo de Mercedes en Argentina Juan Tasselkraut, acusado de complicidad en crímenes de la dictadura. "En este caso estamos mucho más adelantados que las gestiones judiciales correspondientes en Argentina", señala, aclarando que se continuará la labor hasta que los colegas argentinos indiquen que ya no es necesario.
Consultado acerca de las solicitudes de extradición a Alemania de integrantes de las antiguas juntas militares argentinas, como Jorge Rafael Videla, Kaleck opina que éstas aún tienen sentido. "La eliminación de los obstáculos para su enjuiciamiento no implica que las investigaciones se lleven adelante con la velocidad y el énfasis necesarios", indica, haciendo notar que "en el aparato judicial argentino sigue habiendo fuerzas reaccionarias y corruptas". Pero el abogado alemán tiene la esperanza de que quienes defienden los derechos humanos se impongan. Una esperanza que reafirman las palabras usadas por el presidente argentino, Néstor Kirchner, al comentar la decisión del máximo tribunal, que calificó de "un grito de aire fresco que significa que la impunidad se va a terminar".