1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

Arabia Saudita: Cliente en entredicho

Sabine Kinkartz (ER/EL)4 de enero de 2016

Para el Gobierno alemán, Arabia Saudita fue durante años un “socio estratégico” en el Medio Oriente. Y un apreciado comprador de maquinaria militar. Pero los vientos están cambiando de dirección.

https://p.dw.com/p/1HXsX
La canciller alemana y el rey de Arabia Saudita, en la cumbre del G20, en noviembre.Imagen: picture-alliance/dpa/B.v. Jutrczenka

“El Gobierno alemán ha tomado conocimiento, con consternación, de la ejecución de 47 presos en Arabia Saudita”, señaló en Berlín el portavoz gubernamental Steffen Seibert. Agregó que, aparte de que Alemania se opone en general a la pena de muerte, la ejecución del clérigo chiíta Nimr al Nimr podría acentuar las tensiones políticas y religiosas en la región. Y eso es justamente lo contrario de lo que se propone lograr Occidente.

Dilema político

El Gobierno de Berlín se encuentra ante un dilema. Por una parte, las autoridades sauditas ordenan una ejecución masiva y rompen relaciones diplomáticas con Irán. Por otra, Arabia Saudita es anfitriona de representantes de la oposición siria, que preparan las negociaciones planeadas para fines de mes en Ginebra. “Solo si todas las fuerzas regionales aportan constructivamente, incluyendo a Arabia Saudita e Irán, podremos avanzar en la búsqueda de una salida a la guerra civil siria”, indicó el portavoz alemán.

Las actuales circunstancias parecen no permitir más que un gesto admonitorio. “El gobierno está convencido de que corresponde al interés de Alemania y de la región que mantengamos relaciones constructivas con Arabia Saudita”, señaló Seibert, añadiendo que “solo en un diálogo es posible manifestar diferentes puntos de vista y mencionar también aspectos críticos”. Pero no se puede ocultar del todo las fricciones en las relaciones germano-sauditas. Desde hace un tiempo, Berlín ya no habla de un “socio estratégico”, sino de un “socio importante en una región sacudida por las crisis”, como lo formula el portavoz.

El negocio de las armas

El Gobierno alemán ya no quiere seguir apoyando irrestrictamente a Riad con la venta de armas. Es un cambio de paradigma, ya que por años ese país, rico en petróleo, ha sido un apreciado cliente de la industria armamentista germana. Junto a Estados Unidos, Alemania se contaba entre los principales proveedores de armamento. Entre los años 1999 y 2004, las exportaciones alemanas de armas a Arabia Saudita aumentaron de 26 a casi 60 millones de euros. Además de piezas de misiles, ametralladoras, pistolas, municiones y granadas, se vendieron también piezas para aviones de combate, instalaciones de tiro, sistemas de vigilancia de comunicaciones y embarcaciones militares.

Y el negocio siguió creciendo. De acuerdo con el informe oficial de exportaciones de armamento, Alemania vendió en 2014 armas por un valor de 209 millones de euros a Arabia Saudita, incluyendo armas de guerra por un monto de 51 millones. En el primer semestre de 2015, la suma se elevó a 180 millones de euros.

Restricciones a la exportación

El Gobierno alemán rechazó sin embargo el año pasado la exportación de tanques Leopardo y fusiles de asalto G36, al igual que de componentes para construir esa arma. Eso incomodó a Arabia Saudita, ya que en el país hay fábricas que pueden producir bajo licencia fusiles G3 y G36, entre otras armas. Para fabricar el G36, se requieren, sin embargo, piezas importadas de Alemania.

Las autoridades alemanas han dejado en claro que la exportación de armamento es un instrumento de la política exterior y de seguridad, y no uno de la política económica. Y han mostrado disposición a examinar también la posibilidad aplicar una mirada más crítica a la venta de implementos militares defensivos.

Protesta en Londres contra la ejecución del jeque Nimr Al Nimr en Arabia Saudita.
Protesta en Londres contra la ejecución del jeque Nimr Al Nimr en Arabia Saudita.Imagen: Reuters/T. Melville

Pero para algunos políticos alemanes eso no es suficiente. Exhortan al Gobierno a reaccionar con más vigor ante las continuas violaciones de derechos humanos en Arabia Saudita. Por ejemplo, el portavoz de política exterior de la bancada parlamentaria de Los Verdes, Omid Nouripour, señaló que las ejecuciones demuestran “cuán ridículo es afirmar que ese país es un factor de estabilidad”.