Apelan a secuestradores de alemanes en Irak
3 de febrero de 2006
La llamada del ministro se produjo poco antes de expirar el plazo dado por los captores al gobierno alemán para que acceda a sus exigencias: el cierre de su embajada en Bagdad, la retirada de las empresas germanas de Irak y el cese de su colaboración con las autoridades iraquíes. También el presidente germano federal, Horst Köhler, pidió a los secuestradores que pongan en libertad a los dos ingenieros, en una breve comparecencia ante la prensa junto con el presidente húngaro, Laszlo Solyom.
Mensaje del jefe de Cryotec
A ese llamado se sumó otro en el mismo sentido, realizado a través de DW-TV por el jefe de la empresa Cryotec, para la que trabajan los rehenes. Peter Bienert se dirigió a los secuestradores señalando: "conocemos a los iraquíes como un pueblo orgulloso, honesto y civilizado, que no acepta la opresión ni la agresión, en contra de él ni de otros". En el video, transmitido por DW-TV primero en inglés y luego en otros idiomas, Bienert apeló a la "conciencia viva" de los secuestradores, recordando que mucha gente "oró, en mezquitas e iglesias, por evitar que se librara esa guerra de agresión contra Irak y condenó esa intervención". Igualmente hizo notar que "entre aquellos que se pusieron de parte del pueblo iraquí y solidarizaron con él se contaban Rene Bräunlich y Thomas Nitzschke" y aseguró que su empresa está a favor de "la creación de un Irak independiente, que determine su propio destino".
Thomas Bräunlich y René Nitzsche, de 31 y 28 años, fueron secuestrados hace once días en la ciudad de Beiyi (norte de Irak), adonde habían llegado poco antes. Ambos habían sido enviados allí por Cryotec para instalar una maquinaria en una fábrica de productos de limpieza, situada en el complejo industrial de la refinería de Beiyi, en pleno triángulo sunita. Los dos ingenieros tenían previsto quedarse sólo unos días en la zona y fueron asaltados por hombres armados vestidos con uniformes de la Guardia Nacional.
Sin contacto
Al Yazira emitió el martes por la noche un segundo vídeo en el que los secuestradores ponían al gobierno alemán un ultimátum. En la cita, los secuestradores, pertenecientes al grupo 'Brigada de los partidarios del Monoteísmo y la Sunna', amenazaron con matar a los rehenes en 72 horas si Berlín no cumplía sus condiciones.
El jueves por la noche, la estación qatarí dio espacio a las madres de los secuestrados y transmitió un video en el que apelaron a la misericordia de los captores. Subrayaron que sus hijos no pretendieron nunca 'causar daño alguno a su país' que habían viajado a Irak sin ninguna motivación política.
Hasta el momento, el Ministerio alemán de Relaciones Exteriores no ha logrado mantener ningún contacto directo con los secuestradores, según dijo el propio Steinmeier en Berlín, durante una reunión con sus colegas de los países bálticos.