Análisis: Merkel golpea la mesa ante May
27 de abril de 2017Puede que el voto de los británicos a favor del "brexit” haya entristecido a gran parte de la clase política alemana, pero el duelo ya terminó. Ahora las emociones no juegan ningún papel en las negociaciones, que entrarán en carrera el 8 de junio. Cada parte se prepara lo mejor que puede para la disputa sobre las condiciones de la salida británica de la Unión Europea, que se terminará de concretar en un lapso de dos años. Los 27 países miembros restantes sentarán las bases del "brexit” en una cumbre extraordinaria el sábado próximo (29.04.2017) y con "gran unanimidad”, como ya subrayó la canciller alemana, Angela Merkel, en su declaración de gobierno ante el Parlamento alemán este jueves (27.04.2017).
Quien haya prestado oídos a sus declaraciones sabe de antemano que lo que le espera a Theresa May no es precisamente la cristalización de sus deseos. Si la intención de la primera ministra británica es que Gran Bretaña abandone sus obligaciones financieras de largo plazo con la UE, morderá el polvo. May no se saldrá con la suya en el intento de que ese tema tan candente quede para el final, según advirtió Merkel, quien criticó la convicción de algunos británicos sobre que podrían seguir teniendo los mismos derechos luego de la salida del bloque comunitario. Eso es una ilusión y una pérdida de tiempo, señaló la canciller. La elección de sus palabras deja entrever cuán implacable será su postura en las futuras negociaciones.
El orden en el que se elaboren las modalidades del "brexit” será de importancia mayúscula. Dado que el contenido de estas negociaciones es tierra desconocida para la UE, esta las enfrenta con una preparación minuciosa y un acuerdo mayoritario entre los 27 países miembros. El futuro "tercer país” Gran Bretaña puede esperar un comportamiento justo, pero no una benevolencia desmedida. Será una pelea sin miramientos por cada punto de las negociaciones. En el caso de Alemania, por los derechos de los cerca de 100.000 ciudadanos alemanes que viven en Gran Bretaña. Es por eso que esa línea dura es en interés de la Unión Europea, para desmotivar a posibles candidatos futuros a abandonarla. Las declaraciones de Merkel en el Parlamento alemán fueron un claro mensaje a Londres: las negociaciones serán durísimas.