1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

Amor y odio:los presidentes de EE.UU. y el FBI

10 de mayo de 2017

Donald Trump ha destituido al director del FBI, James Comey. Es un hecho inaudito, aunque tiene precedentes en la historia de Estados Unidos. DW repasa las fricciones entre la Casa Blanca y el FBI.

https://p.dw.com/p/2clZ2
Bildkombo U.S. Präsident Donald Trump und FBI Direktor James Comey
Imagen: Reuters/J. Lo Scalzo/G. Cameron

Richard Nixon y el Watergate

Muchos diputados demócratas y numerosos periodistas han establecido inmediatamente paralelismos con el presidente Nixon y el escándalo del Watergate, llegando a calificar el comportamiento de Trump como "nixoniano”. En octubre de 1973, tras el incidente conocido como "Masacre del Sábado Noche”, el fiscal especial del "caso Watergate", Archibald Cox, fue destituido. Sus investigaciones sobres las escuchas ilegales del Partido Demócrata lo habían conducido hasta la Casa Blanca. Nixon esperaba verse libre del escándalo tras el despido de Cox. Pero el tiro le salió por la culata. Las escuchas de la Casa Blanca quedaron después probadas y se inició un proceso de destitución contra Nixon, quien renunció en 1974, convirtiéndose en el único presidente de la historia de EE.UU. en dimitir.

Nixon macht Victoryzeichen nach Rücktritt 1974
Nixon despidió al director del FBI para salvar su pellejo. El tiro le salió por la culata. Imagen: picture-alliance/dpa

Bill Clinton, un polémico indulto y los correos

El hecho de que James Comey haya sido acusado de parcialidad tanto por Trump como por el equipo de Clinton durante la batalla electoral puede hablar de su independencia. Una semana antes de las elecciones estadounidenses de 2016, un informe del FBI, que entonces dirigía Comey, hizo público un informe que no dejaba en buen lugar al marido de Hillary Clinton, el expresidente Bill Clinton.

 

Más información:

-Opinión: Un halo de Watergate

-Trump: Comey "no estaba haciendo un buen trabajo"

 

En su último día de mandato, allá por el año 2001, Clinton indultó a Marc Rich, un defraudador de impuestos que se había refugiado en Suiza y que era buscado por el FBI. Aquello despertó sospechas, porque la exmujer de Rich había realizado anteriormente sustanciosas donaciones al Partido Demócrata. Pocos días antes de hacer público ese informe, Comey dijo haber retomado las investigaciones sobre los correos electrónicos de Hillary Clinton porque habían aparecido nuevos emails, aunque no tenía pruebas para formalizar una denuncia. Los demócratas culparon a Comey de su derrota electoral, pero ahora que fue despedido lo glorifican.

USA Hillary Clinton Rede nach Wahlniederlage
También los Clinton tuvieron sus fricciones con el FBI. Imagen: Reuters/B. Snyder

John Edgar Hoover contra los activistas civiles

Nadie ha marcado tanto la historia del FBI como John Edgar Hoover. Casi 50 años, desde 1924 y hasta su muerte en 1972, estuvo al frente de la institución. Hoover fue el abanderado de la persecución de comunistas tras la Segunda Guerra Mundial. Hacia el final de su mandato, tuvo problemas con los presidentes John F. Kennedy y Lyndon Johnson. En aquella época florecía la lucha por los derechos civiles. Martin Luther King era la pesadilla de Hoover. Los esfuerzos legislativos de Johnson para dar más derechos a los pobres y, sobre todo, a los afroamericanos, fueron boicoteados por el FBI y su conservador jefe, algo que solo se supo después. 

Finalmente acabaron saliendo a la luz documentos que demostraban que el FBI había vigilado a grupos liberales y de izquierda. Hoover murió antes de que se hiciera pública la envergadura del asunto. Por ese motivo, solo puede especularse sobre si hubiera sido destituido de su puesto. Pero la imagen de la hasta entonces bien valorada institución federal cayó al suelo, porque quedó claro que el FBI había sido utilizado con fines políticos.

Warren Harding y el escándalo Daugherty Burns

En los primeros tiempos del FBI, cuando solo se llamaba Bureau of Investigation (BOI), se produjo un escándalo que acabó con la dimisión del ministro de Justicia, Harry Daugherty y del director del BOI, Williams Burns. El presidente republicano Warren Harding se trajo al inicio de su mandato a una serie de hombres de confianza desde Ohio hasta Washington para ocupar diversos puestos. Daugherty era uno de los más cercanos al presidente. Con el tiempo, crecieron las sospechas de corrupción y encubrimiento contra el presidente y sus hombres. Harding murió durante su mandato, en 1923. Sin el apoyo de la Casa Blanca, arreció la presión contra su gente. Cuando finalmente se reveló que Burns había llevado a cabo investigaciones secretas por orden del ministro de Justicia, Harry Daugherty, contra un senador demócrata, tanto como Daugherty como Burns debieron dimitir. 

Autor: Christoph Hasselbach (MS/DZC)