El río Amazonas, el más caudaloso del mundo, es la vía de transporte para miles de productos. Pero la sequía lo ha hecho intransitable en varios tramos y ha inutilizado varios puertos en Brasil, como en la región de Manaus, la mayor ciudad de la Amazonía. El resultado: los comerciantes tienen que buscar sus productos en viajes más largos y costosos por tierra, lo que ha encarecido los alimentos.